Adiós al tenedor: batir los huevos así para hacer una omelette es mil veces mejor y da un resultado mucho más esponjoso

Adiós al tenedor: batir los huevos así para hacer una omelette es mil veces mejor y da un resultado mucho más esponjoso
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Laura Ceballos

Editora en Jefe

Le encantan las historias cuyo personaje principal es la comida. Ha colaborado como content manager y editora en marcas como Grupo Imagen, Canasta Rosa, Olé Interactive y Clarins. Tiene un proyecto en redes llamado @foodiecuriosa en donde cocina y narra.

A la hora de preparar una** omelette rápido**, una tortilla española o incluso huevos revueltos, la mayoría de nosotros sigue una rutina que ya se ha convertido en una tradición: batir los huevos con un tenedor.

Es algo que aprendimos de nuestras mamás y abuelas, un gesto casi automático que asociamos con el arte de cocinar en casa. Sin embargo, en la gastronomía, como en muchos otros aspectos de la vida, siempre hay espacio para mejoras. Y en este caso, la mejora puede ser tan simple como cambiar el utensilio con el que batimos los huevos.

Lo más común es batir los huevos con el tenedor porque es práctico y siempre está a mano, además de ensuciar menos utensilios. Pero si queremos llevar nuestras recetas del desayuno al siguiente nivel, es hora de considerar una alternativa que muchos chefs ya han adoptado: a batidora eléctrica.

Este utensilio, que puede parecer reservado para preparaciones más complejas, es en realidad la clave para obtener un omelette mucho más esponjosa y ligera, lo que algunos llaman “omelette soufflé” u “omelette nube”. Descubre cómo batir los huevos con una batidora hace que el resultado sea más esponjosa y suave.

El secreto del omelette perfecto: más aire, más esponjosidad

La explicación detrás del uso de la batidora o de un batidor manual es simple pero eficaz: incorporar más aire en la mezcla de huevos. Al batir con el tenedor, por más enérgicos que seamos, la cantidad de aire que logramos incorporar es limitada. Esto se debe a que los dientes del tenedor no son lo suficientemente anchos ni están diseñados para mezclar de manera tan eficiente como las cuchillas de un mezclador, además de la propia potencia del aparato que supera la nuestra.

Cuando usamos un mezclador, el proceso de mezcla se convierte en algo completamente diferente. Las cuchillas giran a una velocidad que ningún tenedor puede igualar, permitiendo que el aire se integre de manera más uniforme y rápida en los huevos. Como resultado, obtenemos una mezcla mucho más aireada, fundamental para lograr esa textura esponjosa que todos deseamos en un buen omelette.

La magia del omelette souflé

El resultado del uso de la batidora eléctrica o de un batidor de mano en esta preparación es una mezcla de huevos con más burbujas de aire, lo que resulta en una omelette esponjoso, más voluminoso y ligero. Este tipo de receta, conocida por algunos como “tortilla soufflé” o “tortilla nube”, es famosa por su textura suave, tan ligera que parece capaz de volar. Al morderla, parece una nube en la boca, algo difícil de conseguir con el método tradicional del tenedor.

Pero la batidora eléctrica no es útil solo para la tortilla. También funciona maravillosamente bien para preparar pasteles de verdura más esponjosos o incluso huevos revueltos con una textura más cremosa y ligera. En todos estos casos, la clave siempre es la misma: la incorporación de aire.

Para quienes nunca han probado esta técnica, el proceso es sencillo. Primero, rompe los huevos en un recipiente, como haces normalmente. En lugar de tomar el tenedor, toma la batidora eléctrica o el batidor de mano y sumérgelo en los huevos. Bate a velocidad media hasta que la mezcla se vuelva bien espumosa y duplique, o incluso triplique, su volumen original. Es importante no batir en exceso después de llegar a este punto, ya que esto puede desestabilizar las proteínas de los huevos y hacer que el omelette pierda algo de esponjosidad, teniendo el efecto contrario al esperado.

Después de que los huevos estén bien batidos, vierte la mezcla en una sartén caliente con un poco de aceite o mantequilla y cocina el omelette normalmente. Notarás que la tortilla comienza a elevarse casi inmediatamente, creando una capa superior más espesa y ligera. Al voltear la tortilla para dorar el otro lado, hazlo con cuidado para no perder el aire incorporado o desmoronar. Si quieres agregar algún ingrediente, como queso, tomate o especias, incorpóralos lentamente con una espátula para no perder el aire.

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Artículo original de DAP.

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