Hay suficientes estudios que demuestran que las bebidas demasiado azucaradas aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades graves. Por esa razón muchas personas han decidido cambiar a bebidas con edulcorantes artificiales. Sólo basta analizar el incremento en las ventas de las bebidas de dieta en los últimos años contra la disminución brusca en la venta de bebidas azucaradas. Ahora los científicos se preguntan si esa es la mejor opción, y según los resultados de un estudio es posible que la respuesta sea negativa.
Para llegar a estos resultados, los investigadores analizaron la información de 4,300 participantes del Estudio del Corazón Framingham, un proyecto de investigación médica a largo plazo del Instituto Nacional del Corazón, Pulmones y Sangre, y la Universidad de Boston. Analizaron cuántas bebidas azucaradas y bebidas artificialmente endulzadas cada persona bebió en diferentes momentos entre 1991 y el 2001. Luego, compararon cuántas personas sufrieron un accidente cerebrovascular o demencia en los próximos 10 años. Ajustaron los resultados por edad, sexo, educación, ingesta calórica, calidad de la dieta, actividad física y tabaquismo.
Después de este análisis encontraron que aquellas personas que consumían al menos una lata de bebidas dietéticas todos los días tenían 2.96 veces más probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular isquémico y 2.89 veces más probabilidades de desarrollar enfermedad de Alzheimer que los que bebían menos de una vez a la semana.
Esta no es la primera vez que las bebidas endulzadas artificialmente se han asociado con el desarrollo de una enfermedad grave. En el estudio de Northern Manhattan se encontró que el consumo diario de refrescos endulzados artificialmente se asociaba con un mayor riesgo de eventos vasculares combinados pero no de accidente cerebrovascular. En el Estudio de Salud de Enfermeras y Profesionales de la Salud se concluyó que un mayor consumo de bebidas azucaradas y artificialmente endulzadas, estaba asociado independientemente con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular.
Sin embargo los científicos admiten que no pueden demostrar una relación causal entre la ingesta de bebidas dietéticas y el desarrollo de estas condiciones médicas porque su estudio fue meramente observacional y se basó en información proporcionada en cuestionarios que pedían un registro de sus hábitos alimenticios y de bebida. Pero aseguran que esto sólo es el inicio y es un descubrimiento intrigante que debe ser explorado en otros estudios.
Algunos críticos aseguran que estos resultados deben de ser ampliamente estudiados, ya que por la naturaleza del estudio, es posible que exista sesgo. Por ejemplo, personas que ya estaban enfermas antes de hacer el cambio a bebidas bajas o sin azúcar. Pero es importante recalcar que, como consumidores, no debemos ver a las bebidas bajas o sin azúcar como opciones saludables. Siempre hay opciones saludables, como el agua natural, y el cuidado de las porciones.
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