Una de las legumbres más saludables y más empleadas en la cocina de todo el mundo son las lentejas. Y es que estas brillantes y pequeñas leguminosas, además de ser muy nutritivas y buenas para nuestra salud, son deliciosas y muy versátiles: existen muchas recetas que podemos preparar con ellas: desde la clásica sopa de lentejas con tocino guisadas, hasta ensaladas y hamburguesas vegetarianas.
En particular, las lentejas suelen prepararse como ese clásico guisado o sopa espesa que se encuentra entre las clásicas del repertorio de las mamás y abuelitas mexicanas. Y es que se trata de una de las sopas reconfortantes por excelencia, con mucho sabor, muy equilibrada y, sobre todo, es muy nutritiva.
No te dejes engañar por su tamaño pequeño y su color poco llamativo: las lentejas son super importantes para nuestra alimentación. Aunque es un alimento muy modesto, es un alimento sumamente rico en hidratos de carbono, vitaminas y en hierro. Incluso, la ONUAA proclamó el 2016 como el Año Internacional de las Leguminosas, con el objetivo de fomentar el consumo de este gran alimento.
Y aunque existen muchas formas de preparar esta versátil leguminosa, no hay nada que se compare a la clásica receta de lentejas guisadas, en una caldosa sopa reconfortante y con un sabor que alegra hasta el día más oscuro. Te cuento cómo preparar esta receta de lentejas guisadas, sencilla y rápida.
Qué nutrientes aportan las lentejas
Según una publicación de El Poder del Consumidor, las leguminosas, incluidas las lentejas, son una buena fuente de energía y fibra, lo que proporciona saciedad.
También contienen compuestos bioactivos como fenoles y fitoesteroles que son antioxidantes y ayudan a regular la glucosa en la sangre, pueden reducir la presión arterial y el colesterol.
Las lentejas con una gran fuente de proteína vegetal y contienen bajos niveles de grasa, por ejemplo, una porción de lentejas puede cubrir una parte de la ingesta diaria recomendada de tiamina para adultos con una actividad física moderada, conforme a un reporte de la Fundación Española de Nutrición.
Comienza licuando media cebolla, un ajo y los tres jitomates con unas dos tazas de agua. Reservamos.
Ahora pica la otra mitad de la cebolla y la zanahoria en trozos pequeños. Calienta un poco de aceite en una cacerola y sofreímos las verduras a fuego bajo durante cinco minutos. Sazonamos con un poco de sal.
Toma el tocino y lo cortamos en cubitos medianos y los agregamos a nuestras verduras salteadas, fríe por unos cinco minutos más hasta que el tocino suelte su propio jugo. En ese momento, agregamos el caldo de jitomate y dejamos cocer por tres minutos más.
Una vez que empiece a calentarse el caldo, agregamos las lentejas y la hoja de laurel. Cocemos por un par de minutos y agregamos una taza más de agua. Tapamos la olla y dejamos cocer a fuego bajo por 30 minutos o hasta que estén tiernas. Si sientes que el agua se ha evaporado un poco, puedes añadir más agua durante el proceso.
Una vez que haya pasado media hora, tomamos una taza del caldo con todo y lentejas, lo licuamos y lo devolvemos a la cazuela para espesarlo un poco más. Removemos y cocemos por diez minutos más. Servimos bien calientes.
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