Que nuestro sea productivo, implica ser creativos y empezar a preparar recetas que se salgan un poco de a lo que estamos acostumbrados. La cocina podría ser en estos días nuestro mejor laboratorio.
Ahora detente a pensar: ¿cómo son las recetas de salsas picantes que conoces desde que eres niño, y que te han acompañado en innumerables comidas con tu familia? Seguro muchas son muy similares. ¡Démosles un twist!
Hoy te sugerimos esta preparación súper sencilla de una salsa tatemada de chiles jalapeños, jitomates y hoja santa, para que acompañes mucho mejor tus momentos en la mesa, con ingredientes que tienen una gran tradición en la gastronomía mexicana.
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- Lava perfectamente tus chiles y córtales el rabo.
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No necesitas desflemarlos. En este caso, necesitamos de toda su intensidad. Solo en el caso de que realmente no quieras que piquen mucho, quítales las semillas y las entrañas.
Sobre un comal (si puedes de barro, mucho mejor, aunque el de metal sirve muy bien), ve tatemando los jitomates, la cebolla, el ajo y los chiles.
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Una vez que estén quemaditos por encima y con algunas partes oscurecidas, pásalos a la licuadora.
Sobre el comal aún caliente, coloca las hojas santas. Verás que empiezan a resecarse, incluso a resquebrajarse, pero no te alarmes, es normal.
Cuando las hojas empiecen a dorarse, puedes sacarlas y agregarlas a la licuadora.
Agrega sal y pimienta al gusto.
Licúa.
Una vez que tengas la salsa, pásala a una cacerola y cocínala por cinco minutos a fuego bajo. Su sabor será espectacular: mucho más definido y concentrado.
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¡A disfrutar!
