Estamos a unos quince (o tal vez menos) días de que llegue una de las festividades que más disfrutamos en México: el Día de Muertos. Una de las preparaciones más importantes antes de que llegue esta fecha consiste en montar un altar para nuestros seres queridos que pasaron al otro mundo y dejarles su comida, dulces y antojitos preferidos, junto con velas y flores de cempasúchil para que puedan encontrar el camino de regreso a casa. Entre esos dulces y preparaciones, destaca uno muy colorido: el tejocote en dulce, un elemento indispensable para el altar.
El tejocote es una frutilla pequeña, muy parecida al míspero, que se encuentra madura para la temporada de otoño e invierno, en la que es protagonista de muchas preparaciones, como el clásico ponche navideño. Por su sabor dulce y un poquito agrio a la vez se convierte en una de las frutas favoritas para degustar en la temporada.
El tejocote normalmente se toma en infusión, como un método tradicional para combatir el resfriado, la tos y problemas respiratorios que resaltan en la temporada de frío. Sin duda, puedes aprovechar sus propiedades tomándolo también en dulce. Lo mejor de todo es que son considerablemente económicos y podrás conseguirlos de forma muy fácil en el mercado.
Beneficios de los tejocotes
Conforme a una publicación de Gobierno de México, el tejocote es un pequeño fruto altamente nutritivo que pertenece a la familia de las Rosaceae. Su nombre proviene del náhuatl "texócotl", que significa "fruto duro de sabor agrio". También se le conoce como manzanita o manzana de indias.
Originario de México, el tejocote crece en el manzanillo, un árbol caducifolio que alcanza de cuatro a diez metros de altura y se desarrolla en climas templados y secos. El fruto es redondo, de color naranja con manchas oscuras, y su cosecha se realiza desde agosto, siendo más consumido en noviembre y diciembre. Se utiliza en la preparación de licores y dulces típicos como ates y jaleas.
Nutricionalmente, el tejocote es valioso por su alto contenido de calcio, hierro y vitaminas del complejo B, lo que lo hace beneficioso para la salud ósea, la producción de hemoglobina y el funcionamiento del sistema nervioso. Además, se emplea en remedios caseros para tratar la gripe, tos y malestares estomacales.
Los principales beneficios del tejocote incluyen:
Favorece la coagulación sanguínea.
Es ideal para diabéticos, ya que ayuda a reducir los niveles de glucosa en sangre.
Aporta vitamina C y calcio.
Fortalece el sistema inmunológico.
Es rico en vitaminas del complejo B.
Lava muy bien los tejocotes y colócalos en una olla con agua para que los cubra.
Deja cocinar por unos 5 minutos a fuego medio o hasta que la piel se pueda quitar la piel. Retira la piel de todos los tejocotes con cuidado de no quemarte, un tip es que después de cocinarlos un poco, los pases por agua fría para que puedas pelarlos sin complicaciones.
En una olla amplia, agrega dos litros de agua así como el piloncillo en trozo y revuelve hasta que se disuelvan un poco.
Después vierte los tejocotes junto con los clavos de olor y la canela, deja cocinar a fuego medio hasta que hiervan. Enseguida añade las guayabas, previamente lavadas y cortadas en cuartos.
Deja cocinar por unos 10 minutos más a fuego medio o bien hasta que las guayabas y los tejocotes estén muy suaves, y que el agua se haya convertido en un almíbar un tanto espeso.
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