Un postre clásico y para toda ocasión es la crepa, es fácil de preparar, aunque la espera es algo que no muchos disfrutan. Hoy te traemos un postre con sabor a pastel esponjoso: una crepa marmoleada puedes comerlo al tiempo o calentito. ¿Ya te lo saboreaste como nosotros?
Las crepas tienen una preparación sencilla, tienen un sabor incomparable y pueden prepararse con ingredientes que seguramente ya tenemos en la despensa. ¡No les tengas miedo! Es cuestión de tener técnica y práctica.
Historia de las crepas
La palabra crepa, según el Diccionario Panhispánico de Dudas, es tomada del Francés crêpe es antigua, tan antigua que data de la Francia medieval, en la zona de Bretaña en el tiempo en que los agricultores elaboraban un tipo de torta de consistencia crepitante (o sea de sustancias líquidas o semilíquidas muy fluidas).
Las crepas además de tener pocos ingredientes, combinan con todo: existen opciones saladas, dulces y mixtas. Hay de todo para todos los tipos de paladares y eso las hace una receta versátil para comerla a cualquier hora del día.
No necesitas ser un experto para poder prepararlas o tener las herramientas más sofisticadas, puedes prepararlas incluso en sartén, pero qué mejor que tener una crepera para vivir la experiencia francesa casi por completo.
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Sea cual sea utensilio que elijas utilizar, asegúrate de disfrutar la preparación
Integramos todos los ingredientes en una batidora de vaso o en la licuadora. Comenzamos por los ingredientes líquidos y seguimos por los ingredientes secos. Es importante tamizar una o dos veces la harina para que la masa quede ligerita y sin grumos.
Batimos bien hasta que la mezcla sea homogénea y ligera. Con ayuda de una pala de madera o de plástico, remueve la harina seca de los bordes para que todo termine de batirse bien.
Ahora derretimos la mantequilla (puedes hacerlo en el microondas, bastará con dejarla de 5 a 10 segundos) y la vertimos sobre la mezcla. Revolvemos bien una vez más.
Agregamos una cucharada de azúcar y después reservamos una tercera parte de la mezcla en un dispensador de salsas o líquidos como este de la foto. En ese dispensador agregamos una cucharada y media de cacao en polvo y agitamos para que se mezcle perfectamente bien.
Dejamos reposar nuestra masa en el refrigerador por al menos 30 minutos. Recuerda taparla bien.
Escogemos una sartén antiadherente y la ponemos a fuego medio. Derretimos media cucharadita de mantequilla y la repartimos bien por toda la superficie.
Ahora vertimos un chorrito de masa, lo suficiente para que apenas y se cubra el fondo del sartén con una capa fina y La movemos bien para que se extienda bien y quede redonda, en seguida hacemos espirales o lineas a tu gusto con agregando la masa de cacao que tenemos en el dispensadorNo te sientas mal si esta primera crepa no sale perfecta. En realidad, la primera crepa siempre suele salir un poco fea, en lo que la sartén va adquiriendo la temperatura adecuada. Esta es la de prueba, que ayudará a que las siguientes salgan perfectas.
Una vez que ya vayamos con las siguientes crepas, esperamos a que se doren bien por un lado durante un minuto. Les damos la vuelta con la ayuda de una espátula y las dejamos dorar por un minuto más del otro lado.
Las retiramos, colocamos en un plato y cubrimos con un pequeño mantel de algodón para mantenerlas calientes.
Continuamos el proceso con el resto de la masa y ¡listo! ya sólo queda rellenarlas con tu ingrediente de preferencia. Recuerda, no existen límites. Puedes experimentar con sabores y texturas. Todo depende de tu gusto.
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