El cheesecake es uno de los postres que más nos gustan, porque son súper versátiles. Basta que cambies unos cuántos ingredientes, así como la manera de mezclarlos, para que obtengas un sabor distinto cada vez.
La receta que te compartimos hoy nos es tan compleja y, lo mejor: no precisa de un horno para quedar perfecta.
Prepara un buen cafecito mientras empiezas a hacerla y espera a probar el resultado con un gran maridaje.
Esta sencilla receta la podrás hacer con los utensilios básicos de cualquier cocina, tan solo vas a necesitar utilizar una olla de cocina y una licuadora tradicional.
¡Manos a la obra!
Primero hay que preparar la base. Para ello, mete las galletas en una bolsa y quiébralas con un rodillo o con un pequeño mazo.
Pon a derretir la mantequilla.
Pasa las galletas trituradas a un bowl hondo y mezcla con la mantequilla y y las nueces.
Coloca la hoja de papel encerado en un molde para pastel de tamaño mediano. Acomoda en el fondo la masa de las galletas con un tenedor, de forma que quede sólida. Mete un momento al refrigerador.
Calienta la crema para batir, la leche condensada y la harina de arroz. Una vez que hierva, apaga el fuego. Deja que enfríe.
Licúa la mezcla anterior con el queso crema, la crema de coco, la esencia de vainilla y la grenetina.
Saca del refri la base de galletas y coloca encima la pasta que licuaste.
Decora con rayadura de limón y refrigera por una hora, hasta que la preparación cuaje.
Te recomendamos comer este delicioso cheesecake acompañado de una taza de café, o un carajillo.