En tiempos de Cuaresma, nada mejor que una preparación deliciosa, que nos recuerde lo fácil que es la cocina de mar.
Hoy queremos compartir contigo una receta sencilla de mejillones en salsa de vino blanco y mantequilla, para que compartas con tu familia a la hora de la comida y logres que todos disfruten como se debe.
No tiene ninguna complicación. Si acaso, que consigas los mejillones. Pero sabemos que hiciste bien las compras para la cuarentena, y que seguro tienes al menos una decena congelados.
¡Empecemos!
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Lo primero que debes hacer es lavar perfectamente los mejillones en agua a temperatura ambiente. Retírales los pedacitos de algas o hasta de arena que pudieran tener.
Luego de eso, pica finamente el ajo y la cebolla.
En una cacerola amplia, y de fondo medio, pon a derretir un poco de mantequilla.
Una vez que esté lista, agrega el ajo y la cebolla. Revuelve constantemente, hasta que ambas se hayan vuelto traslúcidas.
Añade los mejillones.
Adiciona el vino blanco y prueba el sazón, luego de tres minutos de hervir a fuego lento.
Salpimenta al gusto y deja hervir por al menos cinco minutos más.
Sirve en una bandeja los mejillones y salséalos con el líquido que haya quedado en la cacerola.
Disfruta caliente, con una copa de vino blanco al lado.