Nada se escapa a nuestra cocina, en estos tiempos es que tenemos más posibilidad de ocuparla y preparar recetas para toda la familia. Pero si se trata de opciones que vayan bien con la Cuaresma y durante confinamiento, es mucho mejor.
¿A quién no le cae bien un pulpo? Pensando en ello es que reunimos en una misma nota nuestros mejores consejos para que te quede perfecto y evites errores muy básicos en su preparación.
Sin violencia
Circula una antigua creencia de que, para dotarlo de una textura suave, teníamos a fuerza que golpearlo contra una superficie dura. Afortunadamente, ya sabemos que no solo puede conseguirse así.
Si se mete a congelar por al menos dos días, la carne del animal presenta las mismas características que si usaras la técnica de los golpes. Entonces, nuestra recomendación es que lo mantengas congelado un par de días, y que lo descongeles en agua a temperatura ambiente. No la uses tibia, ni caliente, para no adelantarte a los procesos normales de cocción de este alimento.
No olvides limpiarlo perfectamente
Antes de exponerlo al calor de una estufa, debes limpiarlo perfectamente. Llévalo en una bandeja bajo un chorro de agua y limpia una a una sus ventosas. No tanto porque debas retirarles alguna secreción indeseada, sino para que no se le vaya a quedar atorada en alguna una basurita proveniente del ecosistema donde vivía el animal.
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Tres inmersiones
Para empezar, pon a hervir agua en una cacerola de tamaño considerable. Una vez que empiece a borbotear, tomar al pulpo por la cabeza, deja que cuelguen sus tentáculos y sumerge a estos tres veces en el agua. En la última ocasión que lo hagas notarás cómo los tentáculos se enroscan solos, a nivel de la cabeza. A este proceso se le llama "espantar al pulpo".
¡Al agua!
Cuando el agua vuelva a hervir, con el pulpo fuera, es momento de dejarlo caer en la cacerola. Debes cocinarlo a fuego medio 20 minutos por cada kilo de pulpo.
No agregues sal. Este ingrediente se adicional una vez que se está preparando en una receta específica. Lo que sí puedes hacer es cortar una cebolla a la mitad, o en tres partes, y dejarla hervir dentro de la cacerola.
Como si fuera un panqué
La prueba del palillo que haces para verificar si un panqué, pan o pastel están en su punto, dentro del horno, es la misma que debes usar para saber si ya puedes sacar del agua caliente al pulpo.
Basta con que piques uno de sus tentáculos, cerca de la cabeza. Si la carne opone resistencia, debes dejarlo dentro del agua un poco más.
No te deshagas de inmediato de agua de cocción
Hay quien la usa para cocinar arroces, que quedan deliciosos y con un dejo de sabor muy especial. Solo tendrías que agregar quizá un poco de ajo, sal, o el ingrediente que más te guste para la siguiente receta. Incluso podrías usarlo de base para hacer un caldo con pulpo, o con mariscos. ¡Tendrá mucho sabor!
Para cortarlo
Esta es regla básica: si el pulpo sigue caliente, no lo cortes con cuchillo, porque se le caerá toda la piel y eso no beneficiará a su aspecto en el plato; mejor usa unas tijeras. Ahora bien, si ya le diste tiempo para enfriarse, no hay ningún problema con rebanarlo con cuchillo.
¡Esperamos que te sirvan mucho!
Fuentes: Cocinillas | El cocinero casero | Gastronósfera
