Las semillas de girasol no son aún tan valoradas como deberían serlo. La razón: son una fuente de salud. Además, tienen un gran sabor y son de fácil acoplamiento a muchas recetas de cocina.
Puedes reconocerlas a simple vista porque se trata de una semilla negra con rayas blancas, de entre uno y dos centímetros de largo, que en un su interior contienen una semilla más pequeña: redondeada, pero puntiaguda en uno de sus extremos. Lo que se come, claro, es ésta última parte.
Las semillas provienen de la flor llamada girasol y, como seguramente ya sabes, en México se les puede encontrar fácilmente, ya que se trata de una planta que crece casi de forma conjunta con el sistema de cultivo de la milpa.
Cada 100 gramos de granos de semilla de girasol contienen 20 gramos de carbohidratos, 8.6 gramos de fibra, 20.78 gramos de proteína, 9 miligramos de sodio, y 4.73 gramos de agua. A su vez, tienen 0 miligramos de colesterol y 51.46 gramos de grasa. Por si no lo sabías aún, esta misma ración aporta 584 calorías, el 29% del total diario necesario, y provee de vitamina B-3 (8.3 mg), vitamina B-9 (227 mg) y vitamina A (50 mg). ¡Son una verdadera joya!
Sus propiedades
Son antioxidantes
Las semillas de girasol ayudan a mantener sanas las células, así como a retardar su oxidación. Esto ocurre también con el colesterol, al que le impide adherirse a las paredes de los vasos sanguíneos, reduciendo el riesgo de enfermedades cardiacas.
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Para la inflamación
También son un buen remedio natural para estos casos. Consumir semillas de girasol ayuda a generar efectos antiinflamatorios en lo que toca a enfermedades como asma, osteoartritis y artritis reumatoide.
Son ricas en fibra
Lo cual repercute en tus niveles de saciedad durante todo el día, así como en un mejor tránsito intestinal.
A la larga, si llevas una buena rutina alimenticia, así como de actividad física, podrás incluso bajar de peso gracias a la ayuda de este ingrediente, que por cierto se encuentra fácilmente en cualquier supermercado y tienda naturista.
Pueden mejorar tu estado de ánimo
Esto, debido a que las semillas de girasol contienen muchos aminoácidos. Entre ellos, el triptófano. Esta sustancia es precursora de la serotonina, que cuando hace falta en nuestra química cerebral, está relacionada con episodios de obsesión o depresión.
Si comes mucho este alimento, alientas la producción de tu serotonina y, por consecuencia, de mucha más sensación de felicidad y plenitud.
Mejoran la apariencia de tu piel y de tu cabello
Este ingrediente evita que ambos se sequen. El aceite de las semillas es como una barrera protectora de tu piel y de tu cabello.
Consume por al menos este insumo y descúbrelo tú mismo. Eso sí, recuerda que debes comerlo en cantidades moderadas, ya que en exceso también podría provocar la aparición de acné, si es que eres proclive a este padecimiento.
Fuentes: El Poder del Consumidor | La Vanguardia | Todo Alimentos