Sabemos que eres aficionado de la gastronomía en todas sus expresiones, y que muchas veces ese fervor te lleva enfrente de una estufa a guisar platillos para ti y para los tuyos. Tengas o no buen sazón, hay algunas prácticas que puedes implementar cada que te anudes el mandil y te pongas manos a la obra, y que harán que seas mucho más profesional en cada intento.
A continuación te contamos 15 de ellas:
Elige por sobre todas las cosas productos naturales que vendan en mercados
Con ello no solo estás incentivando la microeconomía de emprendedores y campesinos mexicanos, sino que te aseguras de que tus alimentos contengan sustancialmente menos aditivos químicos (como lo que abundan en frutas y verduras del súper), así como que sean de temporada (de sabores más intensos y más amigables con el medio ambiente).
Cuando condimentes hazlo con medida
No porque quieras que una sopa, un arroz o una salsa queden con muy buen sabor les vacíes encima todas las especias que encuentres en la alacena. Recuerda que la cocina es química pura y por eso mismo debes cuidar mucho las cantidades y el tipo de ingredientes que puedes y no puedes combinar.
Habrá algunas preparaciones a las que le vaya perfecto la combinación de sal y orégano; otras, en donde si agregas ajo o cebolla alguno de los sabores termine muriendo o, peor aún, hasta amargando la receta. Siempre sé muy cauto en este paso.
Cuchillos siempre filosos
La diferencia entre un buen platillo y uno extraordinario y bien presentado puede radicar en los cuchillos que se usen para prepararlo. Por eso bien dicen que una de las armas más infalibles de un chef son justamente estos aditamentos. Mantenlos siempre con filo y, una vez que éste se les vaya con frecuencia, asegúrate de cambiarlos por marcas de acero inoxidable genuino.
Escombra el lugar donde cocinarás
Este es uno de los mejores consejos culinarios que alguien te puede dar. Además de que te dejará espacios libres para acomodar todo, logrará que tus creaciones sean más impecables y hasta limpias.
No olvides tapar las ollas
Cuando cocines y, especialmente cuando estés hirviendo algo, siempre coloca una tapa sobre sartenes, cacerolas y ollas. Con esto ahorrarás gas o electricidad, al tiempo que reduces el tiempo de preparación y evitas que la comida se reseque rápido.
Compra una pequeña báscula
Este tip también puede salvarte de muchos apuros. Por simple que parezca, un gramaje exacto sí es indispensable para hacer platillos que deben quedar “en punto”. No es lo mismo salar “al gusto” unos huevos rancheros, que ponerle exactamente 15 gramos de sal a un mole negro hecho en casa. Además esto ayudará a que te disciplines y cada vez tengas mejor ojo con las porciones.
Deshazte del exceso de grasa
A nadie le encanta que el plato que está a punto de comerse escurra aceite, ni siquiera cuando se trata de unos taquitos de canasta o un chamorro recién frito. El exceso de grasa es incómodo en la boca y podemos imaginarlo a la perfección en nuestras arterias. De preferencia siempre evitar usar de más, pero cuando se te pase la mano y no tengas de otra pasa un paño absorbente encima de las áreas más “afectadas”.
A mayor tamaño, menor flama
Ésta nunca falla. Entre mayor sea el tamaño de lo que llevas a la lumbre es mejor que se cocine con flama leve. Así los jugos que tenga que desprender se harán a cocción lenta. Los productos más pequeños pueden hacerse con toda la flama y no pasa nada. Al contrario, les favorece.
Cebollas que no hacen llorar
Este insumo básico de la alimentación de todo el continente americano es muy fácil que nos haga lagrimear cuando lo usamos en la cocina. Para evitarlo haz esto: pon las cebollas en el congelador unos cinco minutos antes de cortarlas. Eso hará que se retarde la liberación del ácido sulfúrico de sus vapores.
Cocinar pasta como italiano
Para que tu experiencia preparando cualquier tipo de pasta —no proveniente de masa madre— sea exitosa, procura poner a cocer con agua templada (no caliente) y un chorrito de aceite de oliva. Una vez que esté hirviendo deja caer en la cacerola unos granitos de sal. Ayudarán a que todo quede listo más rápidamente.
La presentación importa
Cuando presentes un plato toma en cuenta que en él deben existir varias texturas para no hacerlo aburrido. Intenta con cosas crujientes, líquidas, sólidas, cremosas, esponjosas, gelatinosas, o con helado.
No limites tu imaginación
Es muy importante crear, experimentar, hacer algo nuevo que sorprenda al comensal, jugando con los ingredientes tradicionales y logrando como resultado sabores exquisitos y texturas sorprendentes.
Las ensaladas se aliñan al servir
Si eres de las que pensaba que el aderezo de las ensaladas era de lo primero que tenían que hacer una vez que se ponían a cocinar, sentimos decirte que no es así. Esto porque, en el caso común de los aderezos que llevan cítricos, éstos logran hacer venirse a menos las hojas verdes. Lo mejor es tener reservado el aliño y, poco antes de servirse, ponerlo sobre la ensalada.
Evita desperdiciar aceite
Una buena recomendación al respecto es que le dejes el sello de la tapa y que, con un tenedor o cuchillo caliente hagas orificios encima para que el aceite salga en pequeñas cantidades y sólo uses el necesario. Recuerda que mucho del aceite que se nos va en la coladera termina en el mar.
Consigue legumbres más suaves
Las alubias, los garbanzos y los frijoles, por ejemplo, quedan mucho más suaves si añade al agua de la cocción tres cucharadas de aceite comestible, así como una pizca de sal.
Elimina el olor de ajo o cebolla de tus manos
Estos ingredientes, con todo lo ricos que quedan en nuestros platillos, tienen un olor fuertísimo. Para eliminarlo te aconsejamos luego de pelarlos o picarlos, pasar las manos por agua fría y frotarlas con limón y luego con sal fina.
Así no se reventarán tus papas (si no lo quieres)
Si quieres preparar unas papas explotadas con curry encima, agradecerás que se revienten desde la cocción. Pero si no y quieres servirlas enteras, al cocerlas añade al agua una cucharadita de aceite. De igual forma no les pongas sal hasta dos o tres minutos antes retirarlas del fuego.
Fuentes Corbuse Edu | ASPIC