Odio que se desperdicie la comida. No tolero que la gente deje su comida casi intacta, y luego esta tenga que tirarse a la basura. El mundo no está para ese tipo de dispendios innecesarios. Pero apenas me enteré que existe una app móvil llamada Olio, que ofrece una alternativa para evitar esa situación.
El desperdicio de alimentos es uno de los grandes problemas del milenio. De acuerdo con datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en México se calcula que al año se tiran a la basura unas 20 toneladas de comida.
Me puse a investigar sobre el tema y resulta que el proyecto empezó en la Gran Bretaña en 2015. Sus creadoras, Saasha Celestial-One y Tessa Clarke se la imaginaron como una plataforma en la que cualquier persona registrada pudiera poner a disposición de otros los alimentos en buen estado que no fuera a consumir.
A cuatro años de la iniciativa, según cuenta en una entrevista Saasha Celestial-One al diario El País, ya tienen casi medio millón de usuarios. Durante ese tiempo, cuenta, cerca de 635 mil porciones de comida cambiaron de manos en 32 países, incluido México.
Ya con toda la información, decidí bajar la app y probarla yo misma. El funcionamiento de Olio me pareció bastante sencillo. Lo único que necesité para poder usarla fue registrarme con un correo, poner mi ubicación y empezar a navegar en la página principal.
En automático la aplicación me empezó a mostrar qué personas estaban cerca, dispuestas a donar comida. En todos casos me señalaba a cuántos metros de distancia estaban, y qué ofrecían.
Una gran ventaja de esta app es que todos los miembros de la comunidad pueden comunicarse mediante mensajes directos. De los productos que ofrecían (entre los que había hasta Tang y gorgojos, ¡wtf!) me llamó la atención un paquete de noodles japoneses que anunciaba una tal Andrea. Todo fue tan sencillo como escribirle, decirle que estaba interesada y quedar de vernos mañana en la puerta de su casa. Así de fácil.
Como dato curioso: entre las cosas que más se ofertan y reciben son leche en fórmula, pays de limón, pan, cervezas y hasta fideos de ramen.
Descubrí que en el tablero principal de la app también hay opción de que te conviertas en un héroe contra el desperdicio de comida y te ofrezcas como voluntario para que pases a restaurantes y rescates comida, que luego publiques en Olio.
También deambulé en un apartado para enterarte de noticias sobre la lucha contra el desperdicio de comida en todo el mundo. Todas las notas están en inglés, pero igual me sirvió para recordar el idioma.
Si usas Olio, estarás contribuyendo a salvar el planeta. Y de paso tendrás la oportunidad de conocer mejor a tu colonia y vecinos, haciendo una de las cosas que creo que más valen la pena en la vida: compartir. Si no vives en la Ciudad de México, puedes usar la app en Aguascalientes, Jalisco, Sinaloa, Querétaro, Guanajuato, Hidalgo, Edomex y Puebla.
Está disponible para Android y iOs.
