Te vamos a spoilear desde el comienzo: no, no es bueno que te saltes las comidas. Hay muchas cosas que pasan en tu cuerpo y que no benefician para nada tu dieta, ni tu peso. Acá te decimos por qué.
No es necesario ser un experto investigador del Colegio Mundial de la Nutrición para saber que saltarte comidas sólo hará que te de más hambre en tu próxima sentada a la mesa y que, por obvias razones, comerás mucho más. Y bueno, eso se traduce en un montón de calorías extras para tu cuerpo. Lo mejor para tener una dieta y metabolismo ideales es tomar un desayuno copioso, un almuerzo normal unas seis horas después, así como una cena sumamente ligera.
El único (de verdad, el único) beneficio de pasar mucho en ayuno es que tendrás muy pocas posibilidades de hincharte a causa de la comida. Esto, debido a que tu cuerpo tiene mucho más tiempo de digerir lo que consumiste. No obstante, conforme pasen las horas sentirás una necesidad imperiosa de comerte algo sustancioso. Esto se debe a la caída de tus niveles de glucosa.
Además toma esto en cuenta: cada que te saltas una comida, tu cuerpo piensa que estarás en un ayuno prologado y, por lo tanto, toma sus reservas. Lo que ocurre es que lo que has comido anteriormente se transforma de forma más rápida y fácil en grasa. Sí, grasa. Eso significa que tienes muchas más probabilidades de subir de peso.
Una última razón para que no frecuentes esta práctica: cuando no comes por mucho tiempo te pones de mal humor. Y eso no está bien de ninguna manera. Lo mejor es comer a nuestras horas y hacerlo bien. Comer es ser feliz.
Fuentes: El Confidencial | La Opinión
