Estas son las seis hormonas que nos ayudan a aldegazar y cómo podemos estimularlas

Cuando se trata de bajar de peso lo primero que pensamos es en dietas (que suelen ser extremas) y en ejercicio que tampoco es la opción favorita de muchos. Lo mejor que podemos hacer por estética o salud es conocer nuestro cuerpo, y cuando se trata de peso es indispensable conocer nuestras hormonas. Aquí te dejamos cómo estimular 6 hormonas que nos ayudarán a bajar de peso.

Bajar de peso es una conversación que se trae a la mesa por distintos motivos y bajo diversas perspectivas. Las razones pueden ser estéticas e incluso de salud. Lo cierto es que no podemos sumergirnos en dietas o regímenes alimenticios sin antes consultar a las y los expertos, y sin aprender a conocer las necesidades individuales de nuestro cuerpo.

Cortisol

El cortisol es una de las hormonas que más nos hacen batallar en la búsqueda del peso debido a que está estrechamente ligado con los niveles de estrés, y estos a su vez con la acumulación de grasa abdominal y aumento de insulina. Esta hormona está presente en ratos poco gratos como son la ansiedad o y el control del estrés (cosa poco sencilla para muchos). Por eso aquí te dejamos cómo mantener tus niveles de cortisol bajo control.

Evita la nicotina y el alcohol, estas sustancias alteran la duración y calidad del sueño, los cuales son primordiales para estabilizar el nivel de cortisol.
Consume moderadamente aceite de pescado. Al ser un ingrediente con altos niveles de omega 3 y ácidos grasos ayuda a regular el cortisol ya que se demostró, en el artículo Fish oil supplementation reduces cortisol basal levels and perceived stress: a randomized, placebo-controlled trial in abstinent alcoholics publicado en PubMed, que consumir 252 mg de aceite de pescado al día redujo los niveles de cortisol de una forma significativa.

Leptina

Básicamente la leptina tiene la función de disminución del apetito y el incremento energético, lo que activa el metabolismo y el sistema nervioso central, especialmente el hipotálamo. Es una hormona que debe ser monitoreada constantemente, debido a que la resistencia a la leptina se considera un factor de riesgo clave de propensión a la obesidad, esto según datos del artículo Leptin Function and Regulation de Streamson Chua Jr., el endocrinólogo del Departamento de Medicina Albert Eintein College.

Para perder o mantener el peso con ayuda de la leptina:

Es necesario evitar los ayunos prolongados y dietas estrictas ya que disminuyen los niveles de leptina y esto ocasiona que el hipotálamo no reciba la señal de saciedad.
Se recomienda hacer ejercicio debido a que se ha demostrado, según el artículo Exercise Improves Insulin and Leptin Sensitivity in Hypothalamus of Wistar Rat publicado por la Asociación Americana de la Diabetes, que hacer ejercicio de forma regular estimula la sensibilidad a la leptina y su buen funcionamiento.

Grelina

La grelina es la hormona contraria a la leptina. El mantenimiento del peso depende de esta hormona además de la sensación de hambre, el desequilibrio de ésta tiene consecuencias que se van a los extremos: desde la obesidad hasta la desnutrición. Aunque preferimos hacer un pequeño disclaimer para que estés enterado de que un cuerpo con obesidad también puede tener desnutrición al igual que un cuerpo esbelto.

Con esta hormona también se recomienda evitar periodos largos sin ingerir alimentos ya que el aparato digestivo la segrega para provocar hambre con el objetivo de buscar nutrientes de los alimentos.
De acuerdo con un estudio publicado en la Revista venezolana de Endocrinología y Metabolismo; Grelina en regulación del apetito y papel en obesidad y trastornos alimentarios: Abordajes terapéuticos, puede reducir el gasto calórico y favorecer el almacenamiento de grasas si se baja de peso con dietas restringidas.
Una de las recomendaciones de cajón es dormir bien. Un descanso insuficiente aumenta los niveles de grelina y aumenta la leptina,según el artículo Sleep curtailment in healthy young men is associated with decreased leptin levels, elevated ghrelin levels, and increased hunger and appetite publicado en PubMed.

Insulina

La insulina es una hormona encargada de regular el nivel de azúcar en la sangre, además influye directamente en el metabolismo lo que actúa en la pérdida o ganancia de peso. Su desbalance puede provocar una alteración de enzimas relacionadas con el aprovechamiento de grasas, como la trigliceridolipasa.

De acuerdo con un artículo, publicado por Oxford Academy, titulado Insulin in the Brain: A Hormonal Regulator of Energy Balance, al ingerir alimentos también se consumen calorías. Lo que sucede con la insulina es que regula la forma en la que el cuerpo absorbe el azúcar, y al ingerir más calorías de las necesarias, las células recibirán más azúcar de la que necesitan, y por lo tanto el azúcar que las células no necesitan, se convierte en grasa.

Para mantener controlada tu insulina te recomendamos realizar alguna actividad física que disfrutes, esto te ayudará a quemar calorías y evita que acumules azúcar que no necesitas.

Colecistoquinina

Esta hormona también se encarga del apetito, ya que comienza a estimularse como respuesta a la ingesta de grasas y proteínas que llegan al intestino, además es la responsable de estimular la digestión de estos.

Al liberarse la colecistoquinia se disminuye el apetito y por consecuente el consumo de alimentos o la duración del periodo en el que nos sentimos llenos.

Para ayudar a la activación de esta hormona puedes consumir frutos rojos o snacks saludables que calmen tu apetito.

Hormona del crecimiento

La Hormona del Crecimiento Humano (HGH) pocos la conocen bajo el nombre de somatotropina, pero es una hormona que nos puede sabotear durante la pérdida de peso o ayudarnos gentilmente. Se encarga de la regeneración, mantenimiento y crecimiento celular, muscular, ósea, orgánica y hasta de los tejidos corporales.

De acuerdo con la Anti Ageing and Wellnes Clinic, esta hormona se encarga de la descomposición de grasas y lípidos; reduce la absorción de glucosa por el hígado; ayuda a perder la grasa abdominal promoviendo la utilización de la grasa visceral como combustible para el cuerpo.

Evita consumir azúcares o azúcares refinados en exceso ya que disminuye los niveles adecuados de HCH.
No comas pesado antes de dormir. Que tu última comida sea 3 horas antes de la hora de dormir.