Ya sabemos que el ingrediente siempre confiable para la hora del desayuno y el almuerzo es el huevo. El huevo es tan versátil que fácil podemos encontrarlo en más de 50 presentaciones solo para el almuerzo; hoy es el turno de los huevos encapotados para la hora del desayuno.
Los huevos encapotados son una preparación crujiente que definitivamente necesitas probar para enamorarte aún más de ellos porque desde la vista ya se ven bastante antojables; son como un huevo empanizado.
¿De dónde son y qué son los huevos encapotados?
Se trata de una mezcla entre una croqueta empanizada y un huevo frito. Esta preparación ya aparecía en el mítico recetario '1080 recetas de cocina' de Simone Ortega, que también eran conocidos como huevos al colchón.
Esta receta es originaria de las cocinas de España, y debido a la combinación que tenemos entre gastronomías es un poco frecuente que los encontremos en uno que otro desayuno fancy. Sin embargo, esta preparación se ha quedado en el olvido porque puede resultar un poco engorrosa, sin embargo, es toda una experiencia culinaria que tienes que probar una vez en la vida.
Básicamente, se trata de huevos fritos, a los que se le añade bechamel (una salsa blanca y espesa) y que posteriormente se empanizan y se vuelven a freír.
Consejos para preparar huevos encapotados
Prepara la salsa bechamel antes que los huevos para que al retirar del fuego pueda espesar un poco mejor antes de bañar los huevos. De esta forma se puede adherir mejor el pan.
Puedes cocinar los huevos duros de la forma en la que desees, puedes hacerlos duros incluso y solamente capearlos con la salsa blanca y el pan.
Dale un plus a tus huevos encobijados rallando el pan molido y agregando especias como paprika, perejil seco, sal de ajo, cualquier condimento que te guste para el desayuno.
Fríe los 5 huevos en aceite de oliva y reserva (a forma de huevo estrellado).
Derrite la mantequilla en una olla, añade la harina y cocina por 3 minutos. Añade la leche caliente y sin dejar de remover esperar a que espese y tome sabor con sal y pimienta.
Vierte una cucharada generosa de salsa bechamel en cada huevo y deja que enfríe un poco.
Empaniza en pan molido cada huevo, meter al huevo batido y freír en aceite caliente. Escurre el exceso y disfruta. ¡Valen 100% la pena!
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