Muchas personas sufren para dormir, y aunque existen un montón de remedios, un estudio reciente publicado en la revista Journal of Clinical Sleep Medicine, sugiere que hacer algunos cambios a nuestra dieta podría ayudar a mejor nuestra calidad de sueño.
Encontraron que las dietas donde el consumo de grasas saturadas y azúcar es muy grande, y el consumo de fibra es muy pequeño, están asociadas con un sueño ligero, menos restaurativo y con mayor incidencia de despertarse durante la noche. Los resultados mostraron que una mayor ingesta de fibra promueve un mayor tiempo en la etapa de sueño profundo de ondas lentas. Lo sorpréndete de los resultados es que con un solo día de consumir alimentos altos en grasas saturadas y poca fibra, el sueño se ve afectado.
Los investigadores encontraron que los participantes se durmieron más rápido después de comer comidas bajas en grasas saturadas y altas en proteínas. Cuando no consumían estos alimentos, los participantes tardaron en promedio 29 minutos en dormirse, pero sólo 17 minutos después de las comidas controladas.
El estudio involucró a 26 adultos, 13 hombres y 13 mujeres de peso normal, con una edad media de 35 años. Después de evaluar durante cinco noches la calidad del sueño de cada uno, dependiendo del tipo de comida que habían consumido, los investigadores sugieren que al tratar un trastorno del sueño, se debe prestar atención a la dieta de los pacientes.
Imágenes | [Richard Cocks]
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