¿Sabes cómo hacer chilaquiles con salsa poblana? En este receta de "Cocinando con Ángel", vamos a preparar un clásico desayuno mexicano que seguro te encantará. Esta deliciosa receta es perfecta para comenzar el día con energía y lleno de sabor.
Los chilaquiles son uno de los platos más populares en México, y cuando se combinan con la rica salsa poblana, el resultado es verdaderamente irresistible. Estos chilaquiles verdes serán cremosos y quedan muy ricos, gracias a la combinación perfecta de ingredientes y técnicas que te compartiremos.
Además, aprenderás cómo transformar simples tortillas de maíz en un manjar que deleitará tus sentidos. La salsa poblana, con su equilibrio de sabores picantes y sutiles, complementa a la perfección la textura crujiente de las tortillas fritas.
Consejos para preparar la mejor salsa poblana
- Usa chiles poblanos frescos y de buena calidad para obtener el mejor sabor y textura.
- Asa los chiles directamente a la llama de la estufa o en una sartén hasta que la piel se queme y se vuelva fácil de pelar.
- Después de asarlos, colócalos en una bolsa de plástico y envuélvelos en una servilleta de tela o dentro de una bolsa de plástico durante 30 minutos para facilitar el pelado.
- Sofríe cebolla y ajo antes de añadir los demás ingredientes para intensificar los sabores.
- Puedes agregar tomates verdes frescos y cilantro para darle un toque ácido y refrescante a la salsa.
- Licúa todos los ingredientes hasta obtener una salsa suave y homogénea.
- Añade crema o media crema para darle una textura cremosa y reducir el picante si es necesario.
- Cocina la salsa a fuego lento durante unos minutos para que los sabores se mezclen bien.
- Revuelve frecuentemente para evitar que se pegue al fondo de la sartén.
- Sirve la salsa caliente sobre pasta cocida o enchiladas poblanas.
- Decora con cilantro fresco picado, queso rallado o cebolla picada para darle un toque final de sabor y presentación.
Ideas de guarniciones para servir junto con chilaquiles con salsa poblana
- Huevos revueltos o estrellados: Un clásico complemento para los chilaquiles.
- Queso fresco o Oaxaca: Agrega un toque cremoso y salado.
- Aguacate picado o rebanadas: Su textura suave equilibra el crujido de los totopos.
- Chorizo o carne molida cocinada con salsa: Para agregar proteínas.
- Frijoles refritos: Los frijoles refritos aportan fibra y un sabor intenso que combina muy bien con la salsa poblana.
- Carne deshebrada: Pollo, cerdo o res deshebrada le darán un toque extra de sabor y proteína a tus chilaquiles.
- Tuesta los chiles sobre la flama directamente hasta que cambien de color por ambos lados. Coloca dentro de una bolsa de plástico para que suden.
- Retira la piel con cuidado de no romperlos, las venas y las semillas. Reserva.
- Coloca aceite vegetal en una sartén y fríe los ajos y un trocito de cebolla. Retira cuando estén dorados.
- Pon a freír las tortillas y retira cuando estén doradas. Coloca sobre una toalla de papel de cocina para retirar el exceso de grasa.
- Licua la leche, el queso crema, la crema de leche, el consomé de pollo y los chiles hasta que se combinen. Sazona con sal, los ajos y cebolla frita.
- Vierte la salsa en una sartén con poco aceite y cocina hasta que hierva, verifica la sazón y agrega sal de ser necesario. Añade los totopos de maíz y remueve para que se cubran de la salsa.
- Sirve con rodajas de jitomate, cebolla, queso fresco y acompaña con frijoles refritos.
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