Todos suspiramos por un caldo de pollo que hace mamá. No solo cuando estamos enfermos y necesitamos un apapacho, sino siempre. Hay algo en su receta que la vuelve sublime, irrepetible, amorosa. Hoy nos dio mucha nostalgia y decidimos rendirle un homenaje a todas las mamás que hacen calditos de pollo memorables, por medio de esta humilde receta.
Sabemos que nunca les llegaremos a los talones con el sazón, pero al menos tendremos cómo replicar su platillo cuando lo necesitemos en nuestra vida.
Pon atención y sigue los pasos lo más al pie de la letra que puedas. Deseamos que te salga muy bien.
OLLA EKCO PROMO 6L
Primero lava y deja suavizando el arroz blanco por 15 minutos en agua tibia. Después enjuágalo y ponlo a secar.
En una olla profunda por a cocinar el pollo con todos los huesos, así como cebolla, 3 litros de agua y sal al gusto. Recuerda que la carne debe ir sin piel para que tu caldo no sea tan grasoso.
De vez en vez quita la espuma que se haga en la superficie.
Corta la zanahoria, chayote, repollo, calabacita y espinacas en trozos pequeños, como de un centímetro por un centímetro.
Para este punto seguro el caldo ya empezó a hervir. De ser así, baja la flama de la estufa, tápalo y agrega el arroz.
A continuación, agrega la zanahoria. Esto, debido a que es el ingrediente que más tardará en cocinarse. Pasados cinco minutos déjale caer todos los cubitos de chayote y, hasta el último, la calabacita, espinacas y repollo.
Cada que puedas ve fijándote en cuan cocidas están ya las verduras, la carne y el arroz. Una vez que ya estén saca todo lo que puedas de la cebolla y el repollo.
Apaga un momento la olla, deja que el contenido enfríe unos cinco minutos y luego deshebra la carne y tira todos los huesos que puedas.
Revuelve el contenido y, si así lo prefieres, cocinar por unos tres minutos más.
Deja que la temperatura sea ideal para comer y sirve con un poco de todos los ingredientes. Te sugerimos que lo acompañes de chile serrano picado al gusto y gotitas de limón. Te sentirás abrazado.