¿Has escuchado hablar de esta bebida tradicional michoacana? Seguro que sí. Cada vez hay más personas que se adentran en el mundo de los destilados netamente mexicanos, y este es un gran ejemplar de ellos. Hay quienes recuerdan a la charanda por los típicos albures que vienen impresos en sus etiquetas; no obstante, lo que la hace inolvidable son sus aromas a caña y los sabores dulces que deja en el paladar.
A continuación te presentamos nueve cosas que seguramente no sabías de esta bebida, que pone tan en alto el nombre del Bajío Mexicano.
La charanda se obtiene de la fermentación y destilación de la caña de azúcar. Para elaborarla se utiliza el jugo de la caña o derivados como el melado, piloncillo o melaza.
Su nombre se desprende del cerro La Charanda, que se encuentra en Uruapan, y que en purépecha significa “tierra colorada”.
Esta bebida tiene más de 160 años de tradición, ya que se produce desde 1857. Sin embargo, en la región ha existido una larga tradición del cultivo de la caña de azúcar desde 1550.
Desde su origen hasta nuestros días, la charanda se sigue haciendo de manera artesanal.
La charanda pasa por dos procesos de destilación. Ello logra que la bebida tenga un porcentaje de entre 50 a 55 grados de alcohol.
Las barricas en las que reposa este destilado son de roble y encino, lo que proporciona un tono ámbar a la bebida.
Por el producto del que se obtiene, la charanda podría reconocerse como un ron. Sin embargo, lo que diferencia este destilado es la mayor cantidad de azúcar, sacarosa y hierro. Esto proporciona a la misma un sabor más dulce, además de ser más aromática.
La región donde se cultiva la caña de azúcar, de donde proviene la charanda, está situada a una altura aproximada de mil 600 a 3 mil 842 metros sobre el nivel del mar. Se trata de la zona de transición entre la Tierra caliente y la Lacustre; algo que la caracteriza es que tiene muchos volcanes extintos.
El contenido de azúcar de los cultivos a esta altura comparado con los situados a nivel del mar es mayor, por lo que este sabor es transferido a la charanda. Gracias a ello, este destilado puede ser usado para crear cocteles con jugos, refrescos y jarabes.
