Aunque ya termino la temporada de alcachofa fresca, durante esa época siempre trato de comprar alcachofa congelada para poder preparar platillos con esta verdura el resto del año. Además, es muy fácil de utilizar porque ya está cortada y lista para usarse. Hoy les comparto una manera muy original de utilizar este ingrediente: una deliciosa sopa de alcachofa con menta.
La alcachofa es un ingrediente con un sabor distintivo que además contiene una buena cantidad de fibra, potasio, magnesio, vitamina B1, B3 y E. Al combinarla con un poco de menta logramos un sabor más fresco que combina muy bien con el sabor de la alcachofa. Es un platillo ideal para los días lluviosos.
En una olla mediana calienta 2 cucharadas de aceite de oliva. Añade la cebolla, el apio junto con ½ cucharadita de sal y ¼ cucharadita de pimienta. Cocina, moviendo ocasionalmente, hasta suave.
Añade a la olla las alcachofas y el caldo de verduras, mezcla bien y lleva a ebullición, Tapa la olla, reduce el fuego y dejar hervir a fuego bajo durante 15 minutos o hasta que las alcachofas estén suaves. Transfiere al vaso de una licuadora y licua hasta suave (yo utilice una licuadora de inmersión y por eso quedo con una textura más granulosa).
Regresa a la olla y añade la espinaca y la menta. Prueba y sazona a tu gusto. Puedes añadir un poco más de agua si queda muy espesa.
Con qué servir la sopa de alcachofa con menta
La sopa de alcachofa con menta es un platillo ideal para empezar cualquier tipo de comida, así que puede ser el plato principal de un plato de carne, pollo o pescado. La puedes acompañar de croutones o de un poco de jugo de limón.
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