Muchas personas prueban todas las dietas de moda sin tener resultados positivos. Si eres uno de ellos ¡no te desanimes! Un estudio reciente encontró que nuestra microbiota puede ser la responsable de ayudar o dificultar nuestros esfuerzos para perder peso. Cada persona tiene una microbiota diferente, y cada persona tiene una experiencia diferente en sus intentos para bajar de peso.
En el estudio se dio seguimiento a un grupo de personas que estaban inscritas en un programa para perder peso. Los participantes estaban siguiendo una dieta baja en calorías y se les hizo un seguimiento minucioso durante tres meses. Los investigadores encontraron que las personas que perdieron al menos el 5 por ciento de su peso corporal tenían una microbiota diferente a la de aquellas personas que no perdieron el 5 por ciento de su peso.
Resulta que aquellas personas que tuvieron éxito en sus esfuerzos para bajar de peso tenían mayor cantidad de una bacteria llamada Phascolarctobacterium, mientras que las personas que no lograron bajar tanto de peso, tenían mayor porcentaje de Dialister. Los investigadores creen que es posible que existan muchas más bacterias relacionadas con la pérdida de peso. Pero ¿en qué influye esto?
Resulta que obtenemos una cantidad significativa de calorías de nuestras bacterias. Por ejemplo, cuando comemos una fruta, nuestro cuerpo digiere la mayor parte, pero siempre existe un porcentaje que no podemos absorber porque no tenemos las enzimas adecuadas. Las bacterias que viven en nuestro intestino nos ayudan a descomponer los alimentos, y en el proceso, producen subproductos que sí podemos digerir. Esos subproductos se convierten en una fuente de calorías para nosotros.
Así que ciertas bacterias, o mezcla de bacterias, pueden crear calorías “extras” que al final terminamos digiriendo. Los expertos estiman que entre un 5 y un 15 por ciento de todas nuestras calorías provienen de estos microbios que digieren los alimentos de los cuales no podríamos obtener energía de otra forma. Este aporte extra de calorías podría ser muy útil si la comida fuera escasa, pero cuando las personas lo que quieren es perder peso, esas calorías extras pueden ser algo no deseado.
Los investigadores sólo evaluaron a 26 personas, así que esperan replicar el estudio en una población más grande, en diferentes zonas geográficas y en diferentes razas. Si los resultados son similares, es posible que en un futuro la solución para bajar de peso sea consumir un probiótico que cambie nuestra composición microbiana.
En otro estudio, científicos transfirieron bacterias de los intestinos de dos cepas de ratones, una que es obesa por naturaleza y una que se mantiene delgada, en una tercera cepa delgada que fue criada desde el nacimiento para no tener bacterias intestinales. Las bacterias intestinales transferidas de los ratones naturalmente obesos hicieron que los ratones libres de bacterias se volvieran gordos, pero las bacterias intestinales transferidas de los ratones naturalmente delgados los mantuvieron delgados.
Luego, los científicos tomaron bacterias de los intestinos de dos gemelos humanos idénticos, uno de los cuales era obeso y el otro delgado, y las transfirieron a los intestinos de ratones delgados y libres de gérmenes. Las bacterias del gemelo obeso hicieron que los ratones se volvieran gordos, pero las bacterias del gemelo delgado no lo hicieron. Estos son sólo algunos estudios que demuestran que tener una microbiota saludable es la clave para un peso saludable, así como para un montón de otros beneficios para la salud.
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