Para algunas mujeres, es difícil dejar el alcohol por completo cuando están embarazadas. Muchas aseguran que una copita de vino no hace daño, pero el problema es que no existe una respuesta científica que asegure que no hay riesgos. Así que por el momento, la recomendación es que las mujeres embarazadas no beban alcohol en absoluto, como lo indica un informe clínico recién publicado por la Academia Americana de Pediatría.
Esto es lo que sí se sabe, el alcohol es perjudicial para el feto en desarrollo. Puede causar problemas con el crecimiento del bebé, afectar el corazón, los riñones, los músculos, los ojos y los oídos. Lo más preocupante es que puede afectar el cerebro en varias formas, como ocasionando que sea más pequeño, hasta causar problemas de aprendizaje y comportamiento.
El daño más grave se conoce como síndrome de alcoholismo fetal. Los bebés que nacen con esta condición son más pequeños comparados con otros bebés, tienen rasgos faciales distintivos como ojos pequeños, un labio superior delgado y piel plana entre la nariz y la boca en lugar de los surcos habituales; y cambios en el cerebro. La recomendación anterior decía que una bebida alcohólica ocasional en una fiesta, era poco probable que causara el síndrome de alcoholismo fetal; por lo general ocurre cuando las madres beben una cantidad moderada de alcohol durante el embarazo.
Pero ahora los investigadores están observando que pueden existir efectos sutiles, cuando las mujeres consumen cantidades mucho más bajas de alcohol. En un estudio de 31,000 embarazos, se encontró un riesgo de problemas de crecimiento cuando las mujeres bebieron una bebida alcohólica al día. Y debido a que la mayoría de los problemas de aprendizaje y de comportamiento no se observan hasta después del nacimiento, es muy probable que incluso cantidades pequeñas de alcohol tengan un efecto negativo. De hecho, algunos expertos estiman que el trastorno del espectro alcohólico fetal (el término más amplio que abarca todos los posibles efectos negativos de la exposición prenatal al alcohol) afecta hasta un 5% de todos los niños.
Durante ninguna etapa del embarazo es seguro beber alcohol. Es cierto que la mayoría de los órganos se forman en el primer trimestre, pero durante todo el embarazo el bebé está en continuo crecimiento y desarrollándose, sobre todo el cerebro, así que el alcohol puede hacer daño durante todo el emabarazo.
Vía | Harvard Health Publications
Imágenes | Anders Sandberg
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