Todos tenemos días largos en el trabajo o en el colegio, y llega un momento a media mañana o a media tarde en el que empezamos a sentir antojos por algo dulce o algo salado que nos ayude a terminar la jornada sin hambre y con buen ánimo. Esos snacks no tienen por que ser malos y si los elegimos con cuidado pueden incluso ayudarnos a mantenernos en forma.
Puede que asociar la palabra saludable a los snacks no sea algo muy apetecible, pero realmente podemos sorprendernos de lo deliciosos que pueden ser y de lo nuevo que podemos probar. Más aún, puede ser muy sencillo llevarlos en la bolsa o en la mochila sin apenas ocupar espacio. Dicho esto, ¿cómo elegir snacks saludables?
Debemos hablar primero sobre las características que buscamos en los snacks. Entre las características principales están el que sean crujientes, que nos satisfagan y que frenen nuestro antojo dulce. Además, si de bebidas se trata, lo que buscamos es que nos hidraten.
Snacks crujientes
Elegir snacks saludables y que cumplan con ese deseo de algo crujiente es algo realmente sencillo. Entre nuestras opciones tenemos las manzanas y las peras, palitos de apio y zanahoria, palitos de pimiento morrón e incluso rebanadas de pepino.
También son saludables y están cargados de nutrientes unos garbanzos asados, unas palomitas de maíz caseras, unas galletas de granos enteros y desde luego todo tipo de semillas, nueces y almendras que además están cargados de ácidos grasos omega-3.
Bebidas
En lugar de los refrescos cargados de azúcar que no nos hidratan, podemos elegir agua simple o agua mineral infusionada con un poco de fruta fresca u hojas de menta, leche baja en grasa o una leche vegetal como la de soya o la de almendras, tés, tisanas, café, un vaso pequeño de jugo de frutas y menos común, pero muy bueno, un jugo de vegetales o de jitomate bajos en sodio.
Snacks saciantes
Este tipo de snacks requieren en su mayoría planear con anticipación y unos cuantos minutos para prepararlos. Entre nuestras opciones están: un pan tostado con crema de cacahuate o crema de almendras, unos tomates cherry con hummus, unas rebanadas de queso, yogur natural con una fruta fresca de nuestra preferencia, un smoothie de frutas y vegetales, o unas galletas integrales con atún o salmón enlatado.
Snacks dulces
De este tipo de snacks, aunque los que elijamos sean saludables, es necesario que cuidemos nuestras porciones para no exceder nuestras necesidades calóricas. Podemos elegir entre una rebanada de un panqué de plátano, una manzana horneada, unas uvas congeladas, una ensalada de frutas frescas y frutas secas como las uvas pasas, los dátiles y los higos.
Desde luego, no debemos olvidar revisar la etiqueta con la información nutricional antes de comprarlos y evitar azúcares añadidos y productos con alto contenido de sodio. No hay que olvidar, que cuando preparamos nuestros snacks en casa nos aseguramos de que estos sean más saludables que los procesados, y que incluyan solo aquellos ingredientes realmente necesarios.
Imágenes | Pixabay