El café es parte de la rutina diaria de muchas personas, ya sea como una bebida para despertar por las mañanas o el complemento ideal después de la comida. Es una bebida apreciada en todo el mundo por su sabor, y existe un montón de evidencias que asocian el consumo de café con beneficios para la salud. Hoy en el día del café hablaremos un poco sobre esta reconfortante bebida.
El café proviene de las semillas de los frutos que crecen en el árbol de café. Cuando se vierte agua caliente sobre los granos de café secos, tostados y molidos, se obtiene la bebida color café que tantas personas consumen diariamente. Pero las semillas no sólo tienen un sabor delicioso, sino que también tienen algunos beneficios.
Por ejemplo, las semillas contienen pequeñas cantidades de magnesio, potasio y niacina. Son famosas por su contenido de cafeína, que puede reducir la fatiga y mejorar el estado de alerta y concentración. Además contienen una buena cantidad de compuestos como el ácido clorogénico y polifenoles, que tienen propiedades antioxidantes que ayudan a prevenir el daño a las células.
Se cree que la combinación de estos compuestos puede retrasar la absorción de azúcar en la sangre, así como ayudar a las células a extraer el azúcar de la sangre, aumentan la tasa metabólica, y ayudan a contraer y relajar los vasos sanguíneos. Estos efectos son los responsables de que asociemos el consumo de café con una menor presión sanguínea, un aumento de peso más lento con la edad, y una reducción en el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 o de morir por enfermedad cardiovascular o enfermedades neurológicas.
Se ha visto que un mayor consumo de café está asociado con un menor riesgo de padecer Parkinson. Aunque no se sabe con exactitud porque sucede esto, se cree que tiene que ver con la cafeína. El consumo de café también se ha relacionado con un menor riesgo de demencia, incluyendo Alzheimer. En un estudio se observó que de las 1,400 personas que siguieron durante 20 años, aquellos que reportaron beber entre 3-5 tazas de café al día, presentaron un 65% menos de probabilidad de desarrollar demencia y Alzheimer, en comparación con los no bebedores o los bebedores de café ocasionales.
En agosto de 2010, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, afirmo que el consumo de cafeína moderada durante el embarazo, es decir menos de 200 mg por día, o la misma cantidad en una taza de 350 ml de café, no parece ocasionar abortos involuntarios, partos prematuros o limitaciones en el crecimiento fetal.
Sin embargo, como todo en esta vida, es muy importante el equilibrio. En algunas personas, el exceso de cafeína (más de 300 miligramos al día), puede producir insomnio, nerviosismo, palpitaciones del corazón, y ansiedad. El exceso de cafeína también puede aumentar la presión arterial. Lo bueno es que los efectos negativos de la cafeína desaparecen cuando se deja de consumirla.
Sin embargo, los mayores riesgos de tomar café provienen de los extras que agregas a tu taza: crema, azúcar o jarabes de sabores. Estos ingredientes sólo añaden grasas saturadas y calorías vacías a tu dieta. Así que para beneficiarte con el café, pon atención en los que pones en tu taza. También asegúrate de que tu consumo de café se mantenga en un nivel seguro, por lo general eso significa consumir no más de cinco tazas al día.
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