Hemos escuchado que, para tener una alimentación equilibrada, es importante incluir todos los grupos alimenticios en nuestras comidas diarias. En mi caso, el grupo que más trabajo me cuesta es el de las legumbres. Lo ideal es consumir entre dos y cuatro raciones semanales, así que siempre que puedo trato de incluirlas en ensaladas o sopas, como en esta reconfortante sopa de garbanzo y avena.
Se trata de un plato de cuchara ideal para un día frío o lluvioso. Además de que el garbanzo tiene una buena cantidad de fibra y proteína, también estamos añadiendo un poco de avena que tiene características similares. Es un platillo bastante llenador, así que te recomiendo que el platillo principal sea algo ligero.
En un recipiente coloca los garbanzos, cubre con agua y deja remojar durante 12 horas. De preferencia cambia el agua cada 3-4 horas.
En una olla grande calienta el aceite de oliva. Cuando este listo añade la cebolla y cocina hasta translúcida, aproximadamente 5 minutos. Añade las zanahorias y las hojas de salvia, cocina por un par de minuto más.
Agrega a la olla la avena y los garbanzos previamente colados. Vacía el caldo, reduce el fuego, tapa y cocina durante una hora, moviendo ocasionalmente, o hasta que los garbanzos estén bien cocidos. Puedes añadir más caldo para mantener las verduras siempre cubiertas. Sazona a tu gusto.
Con qué servir la sopa de garbanzo y avena
Al momento de servir, puedes decorar la sopa de garbanzo y avena con un poco de perejil fresco finamente picado. Debido a que es un platillo muy consistente, te recomiendo que el segundo plato sea ligero.
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