Tiempo hace ya desde que no preparaba unas galletas. Pero como el otoño ha dejado sentir los primeros días fríos, me he animado a encender el horno para preparar unas galletas a las que les había echado el ojo hace algunos meses. Se trata de unas galletas veganas de avena y arándanos que son muy fáciles de hacer y que son perfectas para el desayuno o como snack entre comidas.
Para prepararlas no necesitaremos ningún sustituto de huevo, y en lugar de mantequilla utilizaremos aceite de coco, aunque podemos utilizar margarina vegana si la tenemos a nuestro alcance. Usaremos también leche de coco, pudiéndola sustituir por la leche vegetal que más nos plazca.
Para hacer nuestras galletas veganas comenzaremos precalentando el horno a 180ºC. No es necesario que engrasemos la charola para galletas, pero si deseamos hacerlo podemos utilizar aceite de coco para ello.
En un tazón, acremamos el aceite de coco (que debe estar a temperatura ambiente) con el azúcar blanca y el azúcar mascabado. Una vez integrados añadimos la vainilla y la leche de coco (o cualquier otra leche vegetal) y mezclamos nuevamente.
Enseguida, añadimos la harina, el bicarbonato de sodio y la canela, y movemos hasta que se mezclen antes de agregar las hojuelas de avena y los arándanos rojos deshidratados. Mezclamos hasta obtener una masa y con ayuda de una cuchara daremos forma a pequeñas esferas de 3 centímetros de diámetro aproximadamente.
Las colocamos sobre la charola para galletas y horneamos 15 minutos, para luego sacarlas, aplanarlas ligeramente con ayuda de una espátula, y regresar al horno 10 minutos más. Cuando estén doradas por abajo, retiramos del horno, y las colocamos sobre una rejilla para dejarlas enfriar.
Con qué acompañar las galletas veganas de avena y arándanos
Estas galletas veganas de avena y arándanos pueden enriquecerse aún más si agregamos nueces a la masa, o bien, si además de canela nos atrevemos a hacer una mezcla con jengibre molido o clavos de olor cocidos. Las podemos servir acompañadas de un rico café de olla, un té o incluso un jugo de frutas.