Para terminar el mes de marzo con broche de oro, hoy les propongo una versión de otra receta clásica de la gastronomía mexicana que pueden además preparar prácticamente dónde sea que se encuentren.
El alambre es parte del menú tradicional de toda taquería y sus diferentes variaciones lo hacen un platillo muy versátil y adaptable.
Esta es mi versión del alambre de pollo con queso que podrán preparar de manera rápida y sencilla, para dos personas.
Los ingredientes:
Una pechuga de pollo, 1/2 pimiento verde (morrón), 1/2 chile serrano o jalapeño, 1/3 de calabaza, 1/2 cebolla, 1 cuchara de aceite vegetal, unas gotas de limón, 150g de queso rallado (manchego o el que mejor les agrade), 4 tortillas de harina.
La preparación:
Cortar la pechuga en cuadritos. Picar la cebolla, el chile, el pimiento y la calabaza. Verter el aceite en una sartén grande, un Wok o un comal, lo que tengan a la mano y les sea más práctico. Yo por ejemplo uso mucho el Wok ya que me acomodo perfectamente con él, aunque no sea un utensilio muy "mexicano" que digamos.
Dejar calentar el aceite y colocar la cebolla picada. Dejar sofreír unos tres minutos y añadir el pimiento, el chile y el pollo. Revolver y dejar a fuego medio por unos cinco minutos más. Añadir la calabaza, revolver nuevamente, sazonar con sal al gusto y terminar con unas gotas de limón. Dejar otros ocho minutos, esta vez a fuego lento.
Finalmente añadir el queso por encima de todo y, sin revolver, dejar otros cinco minutos a que se derrita lentamente.
Calentar las tortillas en un comal o en el microondas. Servir sobre las tortillas bien calientes.
Les recomiendo acompañar este alambre de pollo con queso de aguacate y frijoles así como de una cerveza fría o en su defecto de una agua de fruta fresca.
Directo al Paladar| Tacos dorados de atún. Receta
