Desconozco si mi relación con las calabacitas puede llegar a considerarse adictiva. Lo cierto es que durante todo el año consumo mucha (y cuando digo mucha, es muchísima) calabacita.
Me encanta prepararla en [rollitos de calabacita rellenos de jamón y queso](Cena nutritiva en 15 minutos: Haz estos rollitos de calabacita rellenos de jamón), a la mexicana, en crema, como guarnición de caldo de pollo y hasta en pastel.
Sin embargo, lo que les voy a presentar es una receta italiana sencillísima que tiene a la calabacita como protagonista, y que es muy típica de Toscana. Más concretamente, de la provincia de Luca, donde se hace esta especie de pastel o bizcocho a base de calabacíta y harina.
El nombre en cuestión es scarpaccia y como ven tiene una apariencia de pastel de cierta rusticidad que solo lleva calabacíta, cebolla, harina y aceite de oliva. La buena noticia de la receta es que también es una receta apta para celíacos o intolerantes al gluten, pues lo normal es que se haga con harina de garbanzo o con harina de maíz.
Casi no tiene misterio. Lo único que hay que hacer es cortar la calabacita en rodajas, tan finas como quieran, pero yo prefiero que sean más pequeñas porque se va a cocinar antes y porque nos va a dejar ese perfil jugoso que lo hace tan interesante. Junto a ellas, hay que dorar un poco de cebolla en la sartén.
Una vez listo, es momento de preparar la masa de la harina. En este caso, sin gluten, pero si no tienen problema con la harina de trigo, también pueden utilizarla. Basta con mezclar unos 250 ml de agua por unos 180 gramos de harina, mezclando la masa para que no quede grumosa, habiendo añadido previamente la sal, la pimienta y el aceite de oliva a la mezcla.
El resto es añadir en ese recipiente las verduras cocinadas y pasarlas todo a una charola de horno, forrada con papel de horno, o a una fuente de vidrio que tolere el calor del horno, lubricando las paredes con aceite de oliva para que la masa no se pegue.
La scarpaccia, para que que quede como una especie de tartita. Ya por encima agregáis pan rallado, aceite y queso –si quieren– y lo horneas durante media hora en un horno precalentado a 200 ºC, tiempo suficiente para poner en marcha una receta facilísima para innovar con los calabacita.
Artículo original publicado en DAP.
Rebana la calabacita en rodajas delgadas.
Corta la cebolla en pluma.
En un sartén, dora un poco la cebolla hasta que cambie de color.
En un recipiente profundo, mezcla la harina con el agua, sal, pimienta y una o dos cucharadas de aceite. Verifica que no queden grumos en esta masa.
Añade las verduras a la masa.
Vierte la mezcla en un molde para horno y cubre con el queso.
Hornea a 200°C durante 20 minutos o hasta que la masa esté cocida.
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