Esta receta de panqué de limón es una delicia: el sabor del limón eureka y las blueberries construyen en conjunto un sabor más que reconfortante, que te volará la cabeza con cada mordida.
Es ideal para regalar a alguna persona especial, para llevar a un picnic, una reunión o hasta para endulzar un mal día al acompañarlo en el desayuno o cena junto con un buen té.
Esta es una evolución de uno de los postres ingleses típicos para ocasiones especiales. Aunque nadie nunca le hace el feo para darse un gustito de vez en cuando. Así como los scones escoceces, el famoso panqué de limón es uno de los acompañamientos preferidos para la hora del té, pues su toque dulcecito puede alegrar hasta la más turbulenta tarde.
Por si fuera poco, es considerado uno de los mejores platillos para calmar el estrés o la ansiedad del día a día. Está científicamente comprobado que el limón, así como otros alimentos ricos en Vitamina C, son el mejor remedio natural para reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo en general.
Comenzamos precalentando el horno a 177°C.
Espolvoreamos las blueberries con una cucharada de harina, para que tomen una buena consistencia.
Después colocamos en un bowl los ingredientes húmeros: ponemos el yogur griego, la miel de maple, los huevos, el jugo de limón y batimos bien con un batidor de globo.
A nuestra mezcla le agregamos la harina, la sal y el polvo para hornear previamente tamizados para evitar que se nos formen grumos en la masa. Revolvemos bien con una pala de madera.
Una vez que tengamos nuestra masa lista, agregamos las blueberries previamente enharinadas y le agregamos la ralladura de limón. Mezclamos ligeramente, para que los ingredientes sólidos queden bien integrados.
En un molde para pan o un refractario adecuado para el horno, colocamos una base de papel encerado y cubrimos con un poco de aceite de coco.
Vertimos nuestra mezcla en el molde y ponemos a hornear nuestro panqué por un periodo entre 45 y 55 minutos.
Sacamos del horno con cuidado y hacemos la prueba del palillo de madera: en cuanto salga limpio, quiere decir que nuestro panqué está más que listo. Retiramos del molde y dejamos enfríar sobre una rejilla o una tabla de madera.
Lo cortamos en rebanadas de tres centímetros aproximadamente y está más que listo para disfrutar. Si quieres, puedes vertirle una capa de azúcar glass. Pero te aseguramos que así solito ya sabe increíble. Puedes acompañarlo con un té floral o tu café favorito. ¡A disfrutar!
Fotografías | The Grove Bend Kitchen
