Sin llevar levadura, un buen pastel mole puede parecer un pastel mal hecho o un flan de leche condensada que se horneó demasiado. Pero, en realidad, esta rosca es una delicia capaz de derretirnos con su cremosidad y suavidad.
Esta rosca tiene un secreto: el coco en dos presentación: coco rallado para asegurar el sabor de la fruta tropical y en la leche de coco que da mucha cremosidad. Descubre cómo hacer un pastel de leche condensada y coco en pocos minutos para mejorar tu hora del café.
Con qué acompañar esta deliciosa rosca
Esta rosca cremosa y dulce se convierte en un postre completo y muy especial si se acompaña con alguno de estos ingredientes:
Fresas frescas
Mango en rebanadas
Compota de frutos rojos
Manzanas asadas con canela
Plátanos caramelizados
Rebanadas de naranja
Helado de canela
Helado de frutos rojos
Peras al vino tinto
Coloca la leche y la leche condensada en la licuadora y bate un poco hasta que se mezclen.
Añade los demás ingredientes poco a poco mientras mezclas, comenzando con los ingredientes líquidos: leche de coco, huevos y mantequilla.
Luego añade el azúcar, el queso rallado y el coco rallado, y por último la harina de trigo, preferiblemente tamizada para que la masa quede bien suave.
Bate bien hasta que la masa esté cremosa. Si parece pastosa o con grumos, añade un poco de agua. Si está muy líquida, agrega más harina.
Vierte la masa en un molde de pudín con agujero en el medio, engrasado y enharinado. Puedes usar mantequilla, margarina o aceite para engrasar y harina o azúcar para enharinar.
Lleva a hornear en un horno precalentado a 180ºC durante unos 30 minutos o hasta que esté dorado por fuera.
Saca del horno cuando esté listo, voltea en un plato grande y sirve en la mesa del desayuno o de la tarde. Consejo: también puedes espolvorear más coco rallado por encima después de desmoldar.
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