El plátano es uno de los mejores aliados para preparar todo tipo de postres caseros y con mucho sabor. Y es que esta fruta es una de las que podemos encontrar en casi absolutamente todas las cocinas: todos los compramos por montón y, desgraciadamente, hay veces en las que se quedan en el frutero esperando, sin mucho éxito, su momento de ser comidos.
Aunque es tan delicioso que nos encanta comerlo así, directamente después de pelar, podemos aprovecharlos para hacer postres muy deliciosos como este pan de plátano que les compartí hace poco o con este cremoso helado de plátano casero. No es nada difícil de preparar y te aseguro que vas a querer comerlo todo el tiempo; tanto, que ya no van a quedar plátanos huerfanos en el frutero nunca más.
Te contamos cómo preparar este delicioso helado de plátano. La base incluye muy pocos ingredientes, pero puedes agregarle lo que se te antoje. ¿Que tal una espiral de caramelo casero? ¿O acompañarlo con un poco de dulce de leche?
Para comenzar a preparar nuestro helado de plátano, tomamos 6 plátanos. Es muy importante que estén maduros porque así serán más blandos (por lo que serán más fáciles de manipular) y más dulces, con lo que el helado tendrá un sabor intenso y delicioso. Los vamos a pelar y picar. Los incorporamos a la licuadora y los licuamos con un chorrito de jugo de limón. Mezclamos bien hasta que los plátanos se hayan triturado adecuadamente.
Una vez que esté bien triturado, añadimos medio litro de leche (de tu preferencia, puede ser entera, deslactosada o vegetal) junto con la nata líquida y mezclamos nuevamente hasta que quede perfectamente homogénea. En algunas recetas incorporan azúcar, aunque yo considero que los plátanos maduros ya son bastante dulces de por sí. Si tú prefieres y te gustan las cosas muy dulces, puedes agregar un poco de azúcar o endulzante.
Vertimos nuestra crema de plátano en un recipiente apto para el frío y la llevamos al congelador. Lo dejamos ahí de dos a tres horas. Es importante recordar que debemos de sacar la mezcla del congelador cada media hora y la mezclamos con una espátula para evitar que se formen cristales y el helado quede cremoso.
¡Listo! una vez después de que saques el helado del congelador, puedes servir con unas cuantas galletas, caramelo líquido o un poco de dulce de leche. Quedará espectacular.
