Comer saludable no tiene porque ser aburrido: de vez en cuando podemos darnos un lujito, como con un buen filete de salmón o con un delicioso medallón de atún que, además de tener un gran sabor y estar muy fresco, es muy saludable. El día de hoy te compartiremos una receta de atún a la plancha que estará listo en muy poco tiempo.
El atún es uno de los pescados más usados en una alimentación sana por su gran contenido de nutrientes como el omega-3, Vitaminas A, D, B2, B3, B9 y B12, además de minerales esenciales. Por si fuera poco, el atún tiene muy pocas calorías, por lo que se trata del ingrediente perfecto para tomar una comida ligera pero con todas las proteínas y vitaminas que necesitamos diario, lo que lo hace también apto para las dietas keto.
Por sus propiedades y facilidad de cocinado, el atún a la plancha es un plato básico cuya técnica solo requiere pequeños trucos para dominarla a la perfección. Cocinar un medallón de atún no tiene muchas complicaciones. Lógicamente, a mayor calidad de la pieza, más sabor y mejor textura, pero también con un filete descongelado de atún de aleta amarilla podemos degustar un plato sabroso y nutritivo en pocos minutos.
Lo más importante es dar con el punto de cocción que más nos guste; como con todos los filetes de pescado, no debemos de pasarnos con el punto de cocción, porque de otra forma el platillo quedará seco y algo insípido. Lo mejor es que únicamente hagamos una especie de 'sellado' cocinando por un minuto cada lado, para que quede doradito por fuera pero jugoso y con ese llamativo color rojo por dentro. Un consejo es dejarlo reposar en sal para que suelte toda el agua que tenga por dentro, así será más fácil obtener una** carne sabrosa y jugosa**.
Nota: si vas a utilizar atún precongelado, lo mejor será que lo dejes descongelar con un día de anterioridad en el refrigerador, sobre alguna charola para evitar posibles escurrimientos.
Antes de cocinar, también hay que dejarlo atemperar fuera del refrigerador un rato, en un lugar templado. También podemos cubrirlo con sal por ambas caras y lo dejamos sobre dos o tres hojas de papel de cocina para que la sal suavice la carne y extraiga el agua.
Una vez que haya reposado por al menos media hora, vamos a secarlo con un papel de cocina limpio. Calentamos el sartén a fuego medio-fuerte. Una vez que esté caliente, añadimos aceite de oliva y ponemos a freír el pescado, sin dejar de presionar un poco la espátula para que quede bien marcado y se caramelice un poco.
Puedes agregar el jugo de limón, la sal y pimienta en este punto. También puedes hacerlo al terminar, si lo prefieres.
Es importante no perder de vista el punto de cocción del pescado. Cuando la primera cara quede doradita, volteamos con la espátula y cocinamos la otra cara hasta que esté a gusto. Lo mejor es que únicamente hagamos una especie de 'sellado' cocinando por un minuto cada lado, para que quede doradito por fuera pero jugoso y con ese llamativo color rojo por dentro.
Sirve en un plato con un poco de perejil fresco y alguna guarnición, como ensalada o estas papas cambray con perejil y limón.
Opciones de aderezo
Si estás en busca de un sabor un tanto diferente, puedes probar aderezando tu atún. Aquí te dejo algunas ideas, puedes:
Marinarlo en salsa Teriyaki
Marinarlo en mostaza dulce con miel y Djon
Especiarlo a las finas hierbas