Contrario a lo que mucha gente piensa, hacer pasta fresca no es complicado en casa. Basta pocos ingredientes, así como una superficie lisa y limpia, y un rodillo, para que la magia ocurra, y si quieres entretener y enseñar a tus pequeños durante el confinamiento, esta es una excelente opción, ya que se trata de una forma muy divertida y vistosa de darle un giro a la aburrida pasta: haciéndola de colores y con sabores muy específicos que, pondrán a prueba su creatividad en la cocina.
¡Toma nota! ¡Estamos seguros de que les encantará!
- Hacer pasta de sabores implica lo mismo que hacer cualquier otra pasta fresca: la única diferencia es que, al momento de empezar a amasar, debes agregar puré de los vegetales, o las tintas de animales, que más te gusten para esta receta.
- Te recomendamos que si quieres una pasta morada, uses, betabel; para roja, jitomate; para verde, espinacas; para negra, tinta de calamar; para amarilla, curry amarillo en polvo o azafrán.
Lo importante en este tipo de pastas es que se vean de colores provenientes de sus ingredientes, no tanto que se les adicione humedad. Por lo tanto, te recomendamos que siempre que hagas los purés de los vegetales les quites toda el agua que puedas (recuerda dejar lejos los cuchillos y tener ya todo cortado y preparado para evitar accidentes con los niños).
Debes ajustar muy bien las medidas de los ingredientes, ya que el éxito final de la masa dependerá del tamaño del huevo y de cómo absorba harina.
Procura lograr una masa que no quede pegajosa, sin abusar de la harina para que no se seque.
Dada la hidratación específica de la que precisan las pastas frescas, te recomendamos que tomes en cuenta que el tiempo de cocción es siempre inferior con respecto al de la pasta seca comercial. Para una textura “al dente” es aproximadamente de cuatro minutos.
Finalmente, para almacenar tus pastas de sabores y colores, siempre busca hacerlo en el congelador. Ahora bien, si deseas consumirla a los pocos días, puedes secarla a temperatura ambiente por un par de horas y luego almacenarla en el refrigerador.
Hacer pasta de colores explotará la creatividad de tus pequeños y los acercará mucho más a la cocina, mientras se entretienen con ella.
Fuentes: Placer al plato | La cucharina mágica