Cada vez que se inventa o se descubre un nuevo producto alimenticio, necesita ser nombrado. Con el paso del tiempo esos nombres forman parte de la cultura de una comunidad, y se vuelven palabras de uso popular, sin darle mucha importancia a su origen o a su inventor. El día de hoy conoceremos un poco de la historia detrás del nombre de seis platillos con los que nos topamos en muchos menús.
Empecemos por el fettuccine Alfredo. La leyenda cuenta que en 1914, el chef italiano Alfredo de Lelio inventó un plato para su esposa embarazada que sufría de muchas nauseas. El plato consistía básicamente en pasta fettucine con un montón de mantequilla y queso parmesano. Alfredo decidió añadirlo al menú de su restaurante. En 1920, Douglas Fairbanks y Mary Pickford, dos actores estadounidenses, fueron al restaurante, probaron la pasta, les encanto y se llevaron la receta a Estados Unidos. De hecho solamente se conoce como fettucine Alfredo fuera de Italia, los italianos la conocen como fettuccine al burro, fettuccine burro e parmigiano, or pasta in bianco, entre otros.
El carpaccio es el platillo que relacionamos con carne de res cruda en cortes súper finos. Resulta que el nombre de ese platillo se debe al pintor de la escuela veneciana renacentista Vittore Carpaccio, famoso por utilizar pigmentos de color rojo vivo que tenían un tono muy parecido a la carne sin cocinar. Al parecer, en 1950 la Condesa Amalia Nani Mocenigo visitó el famoso Bar Harry en Venecia. Su médico le había aconsejado que debía evitar la carne cocida, así que le pidió al chef, Giuseppe Cipriani, un platillo que pudiera comer. El chef creo un plato con láminas muy finas de carne roja cruda con una salsa de color crema. Cipriani decidio ponerl carpaccio en honor al pintor.
Para muchos mexicanos los nachos no deben de ser considerados como un platillo de la gastronomía mexicana, pero según la historia, sí se inventaron en México. Cuenta la historia que en 1943, en Piedras Negras, un grupo de esposas de militares americanos fueron a comer a un restaurante llamado el Club de la Victoria, el chef todavía no llegaba y las mujeres tenían mucha hambre, así que el mesero Ignacio Anaya decidió prepararles algo con lo que encontró en la cocina: totopos, queso y jalapeño. Le puso el nombre de “Nachos Especiales” y a partir de esa fecha se volvió un plato famoso en los dos lados de la frontera.
Otro platillo famoso en todo el mundo, también tiene sus orígenes en México, se trata de la ensalada César. La versión más aceptada es que Cesare Cardini, un inmigrante italiano, junto con su hermano Alessandro llegaron a finales de 1920’s a San Diego, provenientes de Milán. Debido a la prohibición de bebidas alcohólicas en Estados Unidos, decidieron abrir un restaurante en Tijuana, con la finalidad de atraer a los estadounidenses. El 4 de julio de 1924, el día en el que se celebra la Independencia de Estados Unidos, había tanta gente en el restaurante que la cocina empezó a quedarse sin ingredientes. Cardini decidió hacer una ensalada con las sobras, incluyendo lechuga romana, aceite de oliva, huevo crudo, ajo, queso parmesano y salsa inglesa. El platillo tomo el nombre de su creador: ensalada César.
Uno de los postres más famosos en todo el mundo son las crepas Suzzete, generalmente se sirven calientes en la mesa con una salsa de azúcar, jugo de naranja y licor. Se dice que nacieron como un error, cuando el Príncipe de Gales Eduardo VII visitó el Café de París de Montecarlo en 1896. El chef asistente de 14 años Henri Charpentier trato de hacer un postre especial para él, pero se incendió. Sin embargo el chef lo probó y descubrió un equilibrio perfecto de sabores dulces. El príncipe quedo fascinado, y decidieron llamarlas Suzzete en honor a su acompañante.
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