Una de las más grandes preocupaciones entre los padres de familia, es el lograr que sus hijos tengan una buena y nutritiva alimentación dentro y fuera de casa. Bien sabemos que controlar una dieta saludable dentro de casa es sencillo, pero las opciones se restringen cuando los niños están en el colegio y llega la hora del recreo.
Los niños en edad escolar, tienden a ser muy selectivos en sus alimentos, definiendo muy bien lo que les gusta y lo que no les apetece; con ello, debemos buscar la manera de que tengan una dieta balanceada, llena de nutrientes que les brinden energía y nutrición para su jornada escolar. Por ello, hoy queremos darles algunos consejos para planear y empacar el lunch de los niños ahora que han regresado a las aulas.
Cómo planear el lunch escolar
Siempre se ha dicho que el secreto para un platillo casero delicioso es el cariño con el que se prepara, y eso es algo que no cambia cuando hablamos del lunch escolar, por lo que los niños deben ser capaces de percibir los alimentos que les damos para el colegio como una muestra más del amor de los padres hacia ellos y del tiempo y los recursos que se les dedican día con día.
Para lograr un lunch escolar que sea clara muestra de ello, debemos comenzar por planear los alimentos que les pondremos a lo largo de la semana o del mes. Es buena idea tomar papel y pluma para escribir con detalle lo que llevarán cada día del colegio, tal como lo hacemos cuando planeamos la comida de la semana. Esta acción no solo nos ahorrará tiempo, sino también ahorrar dinero evitando compras de última hora, así como visualizar la manera en la que se combinaran los alimentos para lograr una dieta equilibrada.
En base a este plan semanal, podremos hacer nuestras compras, incluyendo las de vegetales y frutas frescas que llevarán a la semana, e incluso, podremos preparar con antelación algunos snacks sanos que podrán comer tanto en el colegio como en casa.
Cómo empacar el lunch de los niños
Lo primero es la preparación. Si tenemos varios niños, es buena idea preparar los alimentos como lo hace un chef en su cocina: poniendo a la mano todo lo que usaremos, incluyendo pan, carnes, frutas, bolsas o contenedores y utensilios. Después, los acomodaremos en una mesa o encimera en el orden en el que los vamos a usar, para después proceder a preparar y empacar.
Por otro lado, si vamos a poner algún alimento en la lonchera que debe permanecer frío, es buena idea poner un paquete de sustituto de hielo o de compresas frías reutilizables. En el caso de que sean alimentos que deban consumirse calientes, es buena idea invertir en un termo.
No hay que olvidarnos de que la forma en la que presentamos los alimentos influye en como percibimos el calor; de allí que siempre hagamos incapié en hacer un esfuerzo extra por lograr que los alimentos luzcan atractivos, incluso en la lonchera. Esto lo lograremos si los envolvemos o servimos en contenedores coloridos y loncheras que reflejen la personalidad de nuestros niños.
Cómo lograr que los niños coman lo que llevan en su lonchera
Desde luego, los puntos anteriores no sirven de nada si no logramos que los niños se interesen en lo que les ponemos para su almuerzo. Por ello, es importante que antes de planear el menú semanal para la escuela, les pidamos que identifiquen cinco alimentos que le gustaría llevar en su lonchera durante la semana y que junto contigo, participe en la planeación, preparación y empaque tanto de su lunch como del resto de sus comidas, para que en el proceso comprenda la importancia de crear un menú balanceado de proteínas y carbohidratos complejos.
Por último, es también importante que les ofrezcamos cada día una combinación de alimentos diferentes, no solo para mantener su interés, sino para lograr que su paladar conozca diferentes texturas y sabores. Eso sí, aquellos ingredientes que vaya a probar por primera vez, será mejor que los pruebe en casa, cuando tenga hambre, y bajo tu cuidado.
