En los últimos años han salido a la luz varias noticias referentes a las pésimas condiciones en las que viven los animales destinados a la producción de carne o de productos para el consumo humano. Y después de que en el 2011 salió a la luz el uso de clembuterol para aumentar la masa muscular en algunos rastros de la República Mexicana, cada día ponemos más atención en la cadena alimenticia de nuestros alimentos. El último escándalo es el uso de dulces y comida chatarra utilizado para alimentar vacas.
Hoy en día la mayoría del ganado vacuno destinado para la producción de productos lácteos y de carne en granjas industriales, es alimentado con maíz. Sin embargo, desde el 2012 se ha vuelto un alimento escaso y costoso, así que los ganaderos han tenido que buscar alternativas más baratas y rentables, aunque no siempre las más saludables. Existen granjas que han dado de comer al ganado sobras de galletas, gomitas de gusanos, malvaviscos, crema de cacahuate, cereales, cáscaras de naranjas, chocolates, arándanos deshidratados, entre otros.
Para los ganaderos no importa la fuente, lo importante es reemplazar el contenido de azúcar almidonada que tradicionalmente obtienen las vacas del maíz. Una de las ventajas para los ganaderos es que estos animales son rumiantes, por lo que pueden ingerir una gran variedad de alimentos y transformarlos en energía, a diferencia de los pollos o los cerdos. Por lo general estos sustitutos son los productos defectuosos o las sobras de fábricas de alimentos, y logran que los ganaderos ahorren entre un 10-50 por ciento.
La mayoría de los granjeros que realizan este tipo de prácticas aseguran que cuentan con la asesoría de un nutriólogo especialista en ganado, y que los dulces sólo representan el 3 por ciento de la dieta de una vaca. Algunos afirman que el azúcar en ciertos dulces parece aumentar la producción de leche en poco más de un kilo por vaca al día. Además el azúcar ayuda a engordar al ganado destinado a la producción de carne.
A pesar de que es una práctica bastante común desde hace un par de años, la noticia se volvió del conocimiento público cuando a mediados de enero de este año se encontraron miles de Skittles rojos tirados en una carretera de Wisconsin, E.E.U.U. Después de una investigación se supo que los dulces rojos cayeron por accidente de un camión cuyo destino era una granja local, y que iban a ser utilizados como alimento para las vacas ya que no tenían impresa la típica “S” y no podían ser empacados para consumo humano.
En Australia, en el 2016, un granjero confirmo que la carne de sus vacas Wagyu era mucho mejor ya que las alimentaba con chocolates Cadbury y otros tipos de caramelos. Aseguraba que en su caso no era para abaratar costos, ya el chocolate era más caro que el maíz, si no para que la carne de sus vacas tuviera un sabor diferente e único. De hecho algunos restaurantes de estrellas Michelin aseguraron que la carne realmente tenía un mejor sabor.
Algunos nutriólogos explican que no existe riesgo para los humanos, y que al contrario, al fomentar este tipo de prácticas se ayuda al medio ambiente al reducir la cantidad de alimentos que son tirados en vertederos de basura. Por el otro lado existen personas que creen que esta práctica debe de terminar y que es muy importante que los consumidores finales estén enterados de la dieta que recibió su comida. Existen muchos consumidores de carne, queso y leche que no están de acuerdo que las vacas sean alimentadas con granos, mucho menos con productos azucarados. Al final no sólo es azúcar, sino una buena cantidad de conservadores, saborizantes y colorantes artificiales.
Sin duda alimentar al ganado con los productos defectuosos de las fábricas de comida es una forma de que los productores reduzcan el costo de la comida y puedan ofrecer comida menos costosa para los consumidores. Aunque es una práctica común en Estados Unidos y en México todavía no existen reportes de este estilo de alimentación complementaria, es importante tenerlo en mente cada vez que en el supermercado vemos cortes de carne importada.
Imágenes | Jess Johnson | Alex Gilbert | Ernesto Andrade |
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