Para la mayoría, una taza de café por la mañana es indispensable para iniciar bien el día, y no podemos negar que la misma es el cierre perfecto para una deliciosa comida. Tampoco nos equivocamos al afirmar que no hay postre que no se resalte con esta bebida.
El café es parte de nuestra vida diaria, sin embargo, pocas veces nos hemos preguntado cuál es su origen y el proceso que recorre para llegar a nuestra taza. Esto último conlleva a que no lo valoricemos adecuadamente, que criticamos los precios elevados de algunas marcas y establecimientos, y favorecer los más económicos. ¿Será que estamos equivocados?
Es una pregunta a la que darle respuesta es complicado cuando no estamos familiarizados con la realidad del mundo cafetalero, ni siquiera del producido en nuestro México. De ello, es de lo que trata el documental 'A six dollar cup of coffee', realizado por los mexicanos Andrés Ibáñez Díaz y Alejandro Díaz San Vicente.
Este documental fue presentado ayer en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara como parte de la sección Cine Culinario. En él, los directores no pretenden mostrar al bueno y al malo, como tampoco decirnos qué café comprar. Ellos, lo único que han pretendido es plasmar la realidad del café mexicano a través de los ojos de los tzeltales del pueblo de Chilón, Chiapas.
Alejado de una película realizada en corto tiempo, Andrés y Alejandro se adentraron desde finales de 2012 a esta comunidad chiapaneca afectada por la pobreza y la discriminación cultural, para conocer la cooperativa Yomol A'tel donde pudieron conocer de primera mano la cadena productiva del café, junto con las adversidades que enfrentan los pequeños productores tzeltales que luchan contra la plaga roya proveniente de Sudamérica y que ha destruido un 70% de los cafetales en México así como por la aceptación de su producto en el mercado de café de especialidad.
Un proyecto en el que ambos directores tuvieron que adaptarse a los tiempos del café, de la tierra y de esta comunidad indígena, en la cual no se aceleran los procesos de producción siguiendo los tiempos de la naturaleza. Un proceso que les enseño a desarrollar la paciencia y revalorizar el café y todo lo que representa.