Hace 41 años que la Chef Betty Vázquez superó la crisis de abandonar su sueño en la aviación, para emprender un nuevo viaje en el que abrazó sus raíces culinarias nayaritas para mostrarlas al mundo. Hoy, después de tantas experiencias, esta autoridad en la alta cocina está lista para ser uno de los jueces de la octava edición de MasterChef México.
Su Origen
Por medio de una charla telefónica, la Chef Betty nos lleva hasta su tierra, San Blas, Nayarit. Con sus relatos entrañables nos hace reconocer ese sabor a mar que caracteriza su sazón. La aventura empieza trasladándonos a la cocina de su abuela.
“A través de la cocina damos amor, generamos bienestar, hacemos cultura. Mucha de la ética profesional, de la moral o de la espiritualidad que tengo, se dio en la mesa de la cocina, mientras yo hacía la tarea y mi abuela cocinaba la merienda o nos contaba historias. Y nos preguntaba, nos cuestionaba si estábamos bien o estábamos mal”.
En esa época, la Chef Betty no sabía, pero los momentos con su abuela en la cocina fueron los cimientos que la sostuvieron años después, cuando hubo turbulencia en el vuelo hacia la gastronomía.
“El gusto por la cocina viene de una mesa puesta a medio día; de comidas planeadas con amor, con cariño, compartidas, hechas a fuego lento; con tardes de hacer tareas en la mesa de la cocina oliendo los sabores que íbamos a degustar al día siguiente, pero nunca pensé que me iba a dedicar a la cocina”.
La Chef Betty Vázquez estudió control aéreo y aviación, pero la falta de equidad de género que limitó sus oportunidades la guio hacia otra dirección.
“Cuando decido dedicarme a la cocina fue en un momento de crisis. Había dejado una carrera a la cual le había dedicado tiempo, dinero y esfuerzo, y que no me daba las satisfacciones que yo quería tener. En ese momento yo decido ‘cambiemos de rumbo. ¿Pero hacia dónde?’”.
Su nuevo rumbo inició desde el amor a la cocina
En ese momento de confusión la arropó la calidez del negocio familiar, la hotelería. “Eso me abrió la perspectiva a lo que es una industria de alta calidad humana y que el servicio es lo que hace la diferencia”, explica y abunda en esa época de los ochentas, cuando apenas rebasaba los 20 años. Cuando, luego de recorrer todos los departamentos del Hotel Garza Canela, hasta regresar a ese lugar que sería su gran propulsor, la cocina, se encontró de frente a su destino.
“La gente que trabajaba en la cocina del hotel me guiaba. Me decía ‘es que tienes mucha sazón, tienes mucha intuición, deberías dedicarte a esto’”, recuerda la Chef Betty.
Fueron cuatro años en los que las texturas, los olores del mar, los colores de la comida, le mostraron las señales. ¡Era ahí, ese era su lugar! Pero, en aquella época no había escuelas de cocina en México; por lo que inició su búsqueda hacia la especialización, la cual encontró un año y medio después en la famosa escuela parisina Le Cordon Blue. “Aquel momento cambió mi vida”, dice con un tono de emoción.
Tras terminar sus estudios, en Europa, regresó a casa con nuevas herramientas profesionales, pero con una identidad apenas en espera de experiencia, de esa que da la vida, la que se tiene que caminar y forjar uno solo. Desde ese retorno a su tierra, pasaron 37 años.
“Quedarme en San Blas fue una decisión personal. Me gusta muchísimo el mar. Había una empresa familiar a la que pertenezco y que me gustaba hacer brillar, hacer crecer; y a partir de entonces, fui ajonjolí de muchos moles”, comparte.
Un desfile por festivales y premios
La Chef Betty Vázquez estuvo en seminarios y congresos mostrando su arte culinario, sus raíces. En 1994 fue la anfitriona del Primer Festival de cocina Nayarita, organizado por Grupo Estoril; lo que le abrió las puertas a los festivales internacionales.
Su sabor a mar fue bien recibido, incluso, en 2010 fue embajadora de la Riviera Nayarit; en 2016-2017 obtuvo el Premio Nacional de Turismo y de Gastronomía, por la Asociación de Escuelas Superiores de Turismo a Nivel México (AMESTUR); además de que, ha sido embajadora de varias marcas, inició con Cook and Chef Institute.
“Cocinar ha sido lo que más me gusta, y ver por el turismo, por que las cosas tienen que ir juntas. Y, no olvidar tus raíces, de dónde vienes, los sabores que te hicieron crecer, que mamaste desde casa; y después, buscar siempre innovar, hacer cosas nuevas, porque el turismo cambia”.
La Chef Betty promueve el turismo en Nayarit, la gastronomía local, la conservación de las tradiciones, el comercio local, y es feliz de haber encontrado en casa, su lugar. “Acá puedo ser más observadora, más sensible, platicar más con la gente, trabajar más en mi jardín, trabajar más en la receta, trabajar más en mi cliente. Creo que he sido ganona en todos los aspectos”, dice con una sonrisa que, aunque no se mira por teléfono, se siente en la inconfundible voz de la juez de MasterChef México.
Llegó MasterChef y le dio un nuevo viaje a su vida
Comparte la Chef Betty que, pensaba ya en otros planes. Tras su jubilación, le apuntaba a la docencia; sin embargo, el programa de TV MasterChef México le permitió extender sus conocimientos a los millones de televidentes nacionales y de los países de habla hispana, donde se transmite.
“Mucha gente preguntaba ‘¿La Chef Betty de dónde salió?’ Pues ya tenía 35 años trabajando dentro de la industria, me conocían los escritores gastronómicos, las agencias de viajes, los congresos; pero el común de la gente no sabía quién era, ni en dónde estaba, ni mi trayectoria”, confiesa.
Hoy, luego de siete temporadas realizadas en cinco años, y a punto de iniciar la octava, confiesa que le sigue impactando el cariño de la gente, quien reconoce su voz fuera de la TV, además de que agradece la calidez humana del equipo de producción.
“Estar en la calle, que tú vas caminando y que de un coche te griten ‘Chef Betty, bendiciones’. He hecho grandes amigos y grandes hermanos. Ha sido un viaje extraordinario por 108 personas que han sido parte de este proyecto, como concursantes; y que nos han ofrecido lo mejor de su casa, lo mejor de su estado, de su región y eso suma un país maravilloso. Yo me siento profundamente agradecida y profundamente bendecida de este proyecto”.
Actualmente, la Chef Betty Vázquez espera la reanudación total de las actividades en la industria de la hospitalidad y la restaurantera, para volver a la cocina y sorprender a sus clientes con su sabor a mar. Pero antes, habrá de compartir sus conocimientos con los concursantes de la octava temporada de Master Chef México 2020.
Por ahora, la llamada termina, pero quedan temas en el tintero, para seguir compartiendo sus experiencias en la gastronomía mexicana y el sabor a mar de su sazón nayarita.
Imágenes | Chef Betty Vázquez |
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