Es hora de darle un buen uso a esa wafflera que languidece triste y solitaria en la parte trasera de tu gabinete. ¡Sí! junto con los deliciosos hot cakes, los waffles, estos "panecillos" cuadrados, delicados y con bordes crujientes son tan fabulosos, y tan fáciles de preparar, que están destinados a convertirse en parte de tu rutina de desayuno de fin de semana.
Si te sobran waffles o gofres hasta los puedes congelar en bolsas con cierre fácil (las Ziplock, por ejemplo) y los puedes comer durante la semana, en el desayuno, como postre, como cena o simplemente para satisfacer un rico antojo. Puedes colocarlos en la tostadora para recalentarlos (usa una temperatura de tostado ligera) y verás que salen casi tan bien como recién hechos, tal vez incluso un poco más crujientes y te encanten.
Un poco de historia
Las primeras planchas para waffles con el característico patrón de panal aparecieron en el año 1200 cuando un artesano diseñó y forjó planchas para cocinar. Los hierros originales presentaban un diseño con bisagras. En consecuencia, la masa se vertió, se presionó y se cocinó sobre un fuego de hogar abierto. Es en este momento que la palabra waffles, que proviene de la antigua palabra francesa, guafre, traducida al inglés antiguo wafla, aparece por primera vez impresa.
A lo largo de los años, en Europa, los vendedores ambulantes solían venderlos como waffles, gofres o waflas. Como resultado, en el siglo XVI, toda la sociedad comía waffles. Las clases bajas los hacían usando más o menos harina y agua. Por lo tanto, se asemejan a un bizcocho espeso de galleta. Sin embargo, las clases privilegiadas agregaban huevos, leche y miel que creaban una delicia repostera muy sabrosa y sutil.
Cómo acompañar tus waffles
Los waffles son un alimento en exceso versátil, así como los hot cakes, así que puedes acompañarlos con alimentos salados como tocino o huevos, miel de maple o de cualquier otra, helado, betún de queso crema para cupcakes o repostería, chispas de chocolate, o incluso los puedes hacer con algunos sustitutos de harinas.
Derrite la mantequilla en la estufa o en el microondas y deja de lado.
En un tazón grande, mezcla la harina, el azúcar, el polvo de hornear, la sal y el bicarbonato de sodio.
En un recipiente aparte, mezcla el yogur, la leche, la mantequilla derretida y los huevos. Agrega los ingredientes húmedos a los ingredientes secos.
Precalienta una wafflera y con una brocha de pastelería o una toalla de papel, cubre ligeramente con mantequilla.
Cocina los waffles (usando aproximadamente 1/2 taza de masa por waffle) hasta que estén dorados y crujientes.
Unta con mantequilla la plancha entre lotes según sea necesario.
Sirve los waffles inmediatamente cuando estén listos.
Consejo experto:
Si lo que buscas es un waffle más liviano y esponjoso, recuerda este tip: separa los huevos y continúa con el paso 2 te muestro en la receta, usando las yemas de huevo.
Bate las claras hasta que estén rígidas, luego incorpóralas a la masa.
Para waffles integrales:
- Usa 1 1/3 taza de harina para todo uso y 2/3 taza de harina integral.
Para sustituir el azúcar...
- También puedes sustituir el azúcar moreno por el granulado.
Foto de portada|Vicky Wasik