Estamos ya casi con un pie dentro del invierno, una de las temporadas más bonitas del año, en las que tenemos fiestas y celebraciones en cada dos por tres. Y es que en estos días con noches frías y mañanas aun más heladas, no hay nada como reconfortar tu pecho y pancita con una bebida caliente, como un atole tal y como lo haría tu abuelita, con un poco de maicena y mucho amor.
No hay nada mejor que tomarse un atole calentito y reconfortante, ya que es una de las bebidas más representativas de México que se distingue por su sabor y textura únicos. Aunque existen muchos sabores y posibilidades para preparar atole, el básico atole de maicena es infalible. Te contamos cómo prepararlo.
Comenzamos calentando el agua a fuego medio junto con el piloncillo y la canela. Esperamos hasta que el piloncillo se disuelva completamente.
En un recipiente aparte mezclamos la taza de maicena con un poco de agua tibia, revolviendo hasta que se integre y no tenga grumos.
Luego incorporamos esta mezcla en la olla de agua caliente sin dejar de remover hasta que se espese. Dejamos que hierva unos cuantos minutos, apagamos y dejamos enfriar para poder servir. ¡A disfrutar!
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