Pozoles hay muchos, incluso dentro de un mismo estado puedes encontrar muchísimas variantes de un solo tipo de pozole. Esto es lo que pasa con el pozole amarillo o mixteco, te compartimos cómo hacer la receta que lleva un toque de hoja santa y comino.
Cualquiera de los pozoles mixtecos comienza siendo una preparación de pozole blanco, que posteriormente se utiliza uno de los ingredientes más representativos del estado en el que se prepara como la hoja santa, epazote, adobo o cierto tipo de proteínas.
De dónde es el pozole amarillo
La región mixteca abarca territorio de los estados de Oaxaca, Puebla y Guerrero, por lo que decir que el pozole mixteco solo comprende a un estado y es de una única forma es un error. En la cocina hay múltiples variantes de un solo platillo, pero se dice que hay un pozole mixteco para cada estado que abarca la región.
Pozole de la Mixteca Baja: es un pozole blanco básico al que se le añade la hierba santa para darle sabor y color, además se le añade carne de cerdo y manteca para aportar mayor sabor.
Pozole de la Mixteca Alta: el pozole de esta región es más espeso, se sirve en su mayoría grano y poco caldo; por eso se conoce como pozole seco. A esta variante se le agrega una pasta de chiles que puede variar en color, roja o amarilla y sustituyen la hierba santa por epazote.
Pozole de la Costa: esta variante es caldosa y la básica de pozole blanco, tiene como especia principal el orégano, se le agrega carne de pollo y cabeza de cerdo, se decora con aguacate, chile en polvo, rábanos y chicharrón crujiente.
Con qué acompañar este rico pozole
El pozole mixteco se puede acompañar con las clásicas tostadas de maíz amarillo o azul acompañadas de crema, queso y salsa roja.
Las tres variantes también se sirven con lechuga, rábanos, cebolla, orégano y el adobo que poco a poco se va agregando.
En algunas regiones de la zona mixteca, acompañan el pozole de la mixteca alta con flautas o tacos dorados.
También puedes acompañar tu pozole con el ingrediente que más te guste, incluso chicharrón seco al estilo Guerrero.
Cocina el maíz pozolero con agua suficiente, una cucharadita de sal y una cucharadita de orégano seco y la pechuga de pollo junto con el maíz por hora y media.
Asa los chiles puya y guajillo sin tallo y sin semillas ni venas en una sartén caliente, asa la cebolla y los dientes de ajo hasta que estén ligeramente dorados. Cuando estén listos licúalos con una taza de agua o caldo de pollo, los clavos de olor, el comino y un poco de sal y pimienta. Tritura todo por al menos 3 minutos para obtener una salsa muy ligera.
Calienta la cucharada de manteca y hasta que se deshaga, vierte la salsa licuada y colada previamente. Cocina a fuego medio-alto hasta que comience a hervir.
Agrega el maíz cuando hierva la salsa junto con el pollo desherbado y un poco de caldo, agrega la hoja santa troceada, mezcla y deja cocinar hasta que comience a hervir. Una vez que hierva, rectifica el sabor.
Una vez listo puedes servirlo y acompañarlo con lechuga rallada, cebolla picada y rábano picado, y disfrutarlo con unas ricas tostadas de maíz, crema y queso fresco
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