Pon mucha atención porque aquí te va una de las recetas más codiciadas de toda mi familia. Esquites, trolelote, chasca, hasta elote en vaso. ¡No importa como lo llames! Aquí nos declaramos fans de este tradicional antojito que solemos encontrar en las calles de México. Aunque nadie niega que se trata de todo un ritual gastronómico acudir a tu puesto de esquites y elotes de confianza, hay veces que no tenemos el tiempo o las ganas de hacer filas inmensas para disfrutar de un caldoso esquite.
Los esquites son un antojito muy sencillo pero efectivo: básicamente se preparan con granos de elote hervidos o tostados, con sal, espazote y se sirven con limón, chilito tajín, mucha mayonesa y queso. Bueno, en realidad esta es la receta básica del cómo comemos esquites en en centro del país, aunque también se puede preparar de muchas otras formas: con patitas de pollo, chile de árbol y nuestra favorita por montones: los famosos y munchosos esquites con tuétano. Te compartimos la receta de esquites hervidos con tuétano efectiva para que puedas disfrutar de este delicioso antojito, la sensación de la ciudad de México, sin salir de casa.
Un poco de historia
Este delicioso y popular antojito mexicano preparado con granos de elote es más antiguo de lo que te imaginas. Su nombre proviene del náhuatl izquitl (tostar) y que se refería al maíz tostado en comal. Fray Bernardino de Sahugún, un reconocido cronista de la conquista escribió en Historia general de las cosas de la Nueva España muchas de las tradiciones de los nativos, entre ellas su versión antigua del esquite, que solía comerse en las celebraciones de Cihuapipiltin, diosa a la que se encomendaban las mujeres fallecidas en parto.
Pero ya es suficiente, ya no podemos con el antojo. Es momento de que te compartamos esta receta de esquites. Está para chuparse los dedos.
Vamos a empezar por lavar las veces que sea necesario el grano de elote hasta que el agua salga limpia.
También lavamos y desinfectamos el epazote y los chiles serranos. Los chiles los picamos en rodajas pequeñas y el epazote finamente. Esta combinación de complementos le va a dar a tus esquites un sabor fenomenal.
La longaniza vamos a empezar por deshacerla, retiramos la piel que la compacta para que la carne salga como moronitas. Una vez lista la llevamos a una cacerola con suficiente aceite caliente a freír.
Deja que la longaniza se fría y dore por completo. Entre más dorado tendrá un sabor mejor. Cuando notes que empiece a cambiar de textura agrega los chiles serranos y sofríe por un par de minutos más.
Cuando veas que la longaniza ya se doró por completo con lo demás, (retira un poco de la grasa y reserva) después agrega los granos de elote para que comiencen a sofreírse.
En el momento en el que cambien de color (después de 15 o 20 minutos) agrega el epazote y la lata de cerveza. Incorpora un poco de sal y tapa tu cacerola.
Mueve ocasionalmente para que no se peguen los esquites en el fondo. Prueba el sabor y de ser necesario agrega sal. Deja cocinar por 30 minutos más o hasta que se haya consumido la cerveza.
Cuando se consuma la cerveza, incorpora la grasa de los ingredientes que reservamos en un inicio para sofreírlos una última vez y listo. ¡Disfruta los mejores esquites que vas a probar en la vida!
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