Si buscas recetas económicas para la semana, para una reunión familiar o para los platillos de Cuaresma sin carne, definitivamente tienes que probar esta receta de chiles secos rellenos, llevan queso panela y frijoles; se pueden capear y servir con caldillo rojo.
Consejos para preparar chiles rellenos capeados
Cada vez que preparo esta receta se hace más y más fácil cada que sigo estos consejos, aunque al principio puede parecer laboriosa, no lo es en absoluto y definitivamente vale 100% la pena para compartir con la familia, una tarde de domingo. Queda perfecta para esta temporada de cuaresma porque es económica y no lleva carne.
Para poder manipular fácilmente los chiles sin que se rompan y que se puedan rellenar mejor, debes remojarlos previamente.
Si quieres evitar que quedes demasiado picosos, debes desflemarlos o remojarlos con un poco de azúcar. El chef Yuri de Gortari recomienda desflemarlos con piloncillo.
Corta el queso panela en tiras, también lo puedes hacer en cubos, pero en tiras será más fácil de manipular y menos probable de que se desborde el relleno.
Cuando escurras los chiles después de freír procura dejarlo en una rejilla para que el aceite se escurra y no se acumule como usualmente ocurre en las servitoallas y quedan de forma horizontal.
Abre los chiles anchos por un costado sin retirar el tallo o colita superior del chile. Retira las semillas y las venas.
Hierve tres tazas de agua con dos cucharadas de azúcar. Retira del fuego y remoja los chiles para que se suavicen y después reserva.
Sofríe los frijoles refritos con una cucharadita de aceite por 5 minutos y después reserva.
Corta el queso panela en tiras de grosor mediano, también lo puedes hacer en cubos.
Cuidadosamente toma los chiles para rellenarlos con dos cucharadas de frijoles refritos en la pared de los chiles, luego añade las tiras de queso y envuelve con las mismas paredes del chile.
En un plato llano, coloca una taza de harina, empaniza los chiles por completo y reserva.
En un tazón bate las claras de huevo a punto de turrón y una vez que los chiles estén empanizados, sumerge los chiles para capearlos.
Coloca aceite suficiente en un sartén profundo y cuando esté bien caliente, añade los chiles para freír hasta que quede bien bronceado el capeado.
Reserva tus chiles en una rejilla para escurrir el aceite.
¿Con qué acompañar los chiles secos capeados?
Estos chiles secos se pueden comer solos y saben espectaculares, pero hay algunas otras personas que prefieren complementar todo el menú con su guarnición seca o aguada. Particularmente me encanta probarlos así sin nada o en caldillo rojo. ¡No tienen igual!
Si quieres preparar un caldillo rojo para tortitas lo único que tienes que hacer es lo siguiente: licúa jitomates suficientes con cebolla, un par de chiles serranos, ajo, un poco de orégano y agua. En una olla sofríe unas cebollas en julianas y cuando cambien de color vierte el jitomate licuado, deja que hierva para sazonar y de ser necesario añade un poco de agua para aguada el caldillo.
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