Tipos de pozoles hay muchos, desde el sencillo pero cautivador pozole blanco, el verde de Guerrero y este tradicional pozole rojo de puerco, que también se conoce como pozole estilo Jalisco. Como te habrás dado cuenta, esta preparación tiene muchas variantes, y esto se debe a que cada región a adoptado a su propio estilo la receta del pozolli de origen prehispánico, un plato que originalmente se preparaba con granos de maíz, carne y agua. Hoy te compartimos la receta de esta versión de pozole rojo con chiles secos que quedará perfecto para celebrar cualquier reunión.
Si tienes invitados que son veganos, vegetarianos o que simplemente no comen carne, puedes ofrecerles también esta receta de pozole vegetariano: pozole de hongos.
Un poco de historia sobre el pozole
Según un artículo publicado por el Gobierno de México, el pozole, nombre derivado del náhuatl "pozolli" que significa "espumoso", es un caldo preparado con con granos de maíz cacahuazintle que se pre-cocinan para perder la cáscara fibrosa lo que permite que el grano se abra y de la impresión de que es espuma.
Se piensa que este caldo se comía antes de la conquista, incluso el emperador Moctezuma disfrutaba de un pozole ofrendado al dios Xipe Tótec, asociado con la fertilidad, regeneración del maíz y la guerra.
Posterior a la conquista, los frailes recopilaron recetas en donde se menciona que originalmente se preparaba con carne humana, otras versiones mencionan que se utilizaba carne de xoloitzcuintle, una raza de perro criada para consumo humano.
El pozole sigue presente y seguirá, ya que su sabor, propiedades nutricionales y tradición forman parte de la vida de los mexicanos y de sus paladares.<!--more--
Con qué bebidas acompañar el pozole rojo
Agua de Jamaica: Hecha con flores de jamaica, tiene un sabor ácido y refrescante, ideal para equilibrar los sabores del pozole.
Agua de Horchata: Una bebida dulce y cremosa a base de arroz, canela y vainilla, que aporta un contraste agradable con el pozole.
Cervezas: Las cervezas claras, como las lagers, son refrescantes, mientras que las cervezas oscuras, como las stouts, ofrecen un sabor más robusto.
Tequila: Un destilado mexicano que puede disfrutarse solo o en cocteles; el tequila blanco es ideal para un maridaje fresco.
Michelada: Una bebida preparada con cerveza, jugo de limón, salsa tipo Worcestershire y salsas picantes. Su sabor salado y picante complementa muy bien el pozole.
Vino tinto: Un vino ligero, como un Pinot Noir, puede realzar los sabores del pozole sin abrumar el paladar.
Agua de limón: Refrescante y simple, es una opción ligera que complementa los sabores del pozole.
Té helado: Ya sea con limón o durazno, es una bebida refrescante que puede ofrecer un sabor suave y agradable.
Pulque: Una bebida tradicional mexicana fermentada a base de maguey. Su sabor ligeramente ácido y su textura cremosa son interesantes junto al pozole.
Sangría: Una mezcla de vino tinto con frutas y a veces jugo, es festiva y puede ser un excelente acompañante.
Margaritas: Hechas con tequila, limón y licor de naranja, son perfectas para un toque festivo y refrescante.
Pon a cocer el maíz, bien lavado, en cuatro litros de agua junto con la cabeza de ajos machacada y el ramillete de hierbas.
Mientras, corta la carne de cerdo en trozos regulares y reservamos.
Por el contrario, si quieres hacerlo de pollo basta con que hiervas una pechuga de pollo como regularmente lo haces. Deja que se enfríe y desmenuza. Reserva hasta el momento de servir.
Por otro lado, para preparar la salsa que dará el tradicional color rojo muele 10 chiles de árbol, 10 chiles pasilla y 10 chiles anchos; previamente asados, desvenados o no (según se quiera el nivel de picante) y remojados. Licua junto con el agua del remojo y sal al gusto.
Una vez que el maíz comience a reventar y parezca una flor (comenzará a sacar espuma) será momento de servir la carne. Sazona con un poco de sal y le agregamos la salsa de chiles que acabamos de hacer. Baja el fuego y deja cocer a fuego bajo bien hasta que la carne esté tierna.
Apaga el fuego después de 3 horas aproximadamente, y deja enfriar.
Sirve en tazones y pon unos cuantos recipientes en la mesa para que cada quién se pueda preparar su pozole: un plato con cebolla picada, otro con rábanos rebanados, lechuga, chile piquín, orégano, limones y, claro que sí, otro tazón con tostadas de maíz, crema agria y queso Cotija.
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