Nunca me sentí tan orgullosa en la cocina como la primera vez que hice tamales, porque aunque fue poca masa, hice de dulce de guayaba y de verde con pollo, y todos dijeron que los rellenos habían quedado "en su punto". Sobre todo, elogiaron la salsa verde; no quedó ácida ni extremadamente picosa. Hoy te enseño cómo hacer 1 litro de salsa verde para tamales.
Ahh y resulta que necesitas 5 ingredientes principales para preparar la salsa, porque seamos sinceros, la sal y el aceite siempre están listos en nuestras alacenas junto con el bicarbonato.
Cómo evitar que la salsa para tamales quede ácida
Evitar que la salsa para tamales quede sencillamente riquísima sin acidez es muy fácil. El viejo truco que siempre funciona es bicarbonato, no azúcar. Si te quedaste con el ojo cuadrado, te explicamos rápidamente.
Dentro de los consejos básicos está el agregar azúcar a la receta, aunque solo ayudará a disimular el sabor y no le quitará la acidez. Sin embargo, el bicarbonato de sodio ayuda a nivelar el pH de los tomates y neutraliza la acidez. Eso sí, recuerda que siempre puedes escoger los mejores tomates verdes y maduros para que desde el inicio quede perfecta.
Pela y lava los tomates junto con los chiles serranos y cocina con una taza de agua.
Cuando hierva el agua, agrega 1/2 cucharadita cafetera de bicarbonato de sodio para evitar la acidez en la salsa.
Retira del fuego y lleva a licuar junto con los dientes de ajo, la otra media cucharadita de bicarbonato y la cebolla.
Muele hasta que esté todo incorporado en una mezcla homogénea. Vierte la mezcla en una cazuela con aceite caliente para sazonar con sal. Hierve a fuego bajo por 15 minutos para espesar lo más que se pueda.
Recuerda que los tamales necesitan un relleno espeso para no agregar humedad de más y se terminen batiendo o complicandotelas la hora de envolver el tamalito.
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