La birria es uno de los platos más ricos y reconocidos de la cocina jalisciense y, he de decirlo, de la cocina en México; la cual es muy consumida, sobre todo, los fines de semana, que podemos compartir más tiempo con los amigos o la familia. Aunque este plato se prepara tradicionalmente con carne de borrego o de chivo y en horno de piedra, te vamos a compartir la receta de la birria de res más rica.
Esta receta es mucho más fácil de cocinar de lo que se escucha o de lo que parece y es perfecta para prepararla en cualquier fin de semana en el que quieras sorprender a tu familia o a tus invitados.
Breve historia de la birria
La birria de res es deliciosa y mucho más accesible para el bolsillo o ingredientes que podemos conseguir cerca de casa. Lo mejor de todo es que se trata de una receta sencilla con todo el sabor que nos vuelve locos de este tradicional platillo de Jalisco. Según la tradición oral, este platillo surgió debido a una sobrepoblación de chivos en Jalisco. Sin embargo, esta receta es al mero estilo del chef Yuri de Gortari al estilo zacatecano.
Birria significa persona o cosa de poco valor o importancia, y se cree que el platillo fue nombrado así porque la carne de chivo era considera por los españoles como una mala carne dura y olorosa, por lo que la destinaron para los indígenas mexicanos, que adobaron y hornearon la carne bajo la tierra la carne obteniendo un sabroso platillo.
Para comenzar, vamos a hacer una marinada para la carne. De entrada, vamos a pelar los dientes de ajo para usarlos en esta preparación. También pelaremos la cebolla y picaremos la mitad en algunos trozos irregulares, con el objetivo de facilitar el trabajo de la licuadora. De momento, reservaremos la otra mitad.
Luego, agregaremos los dientes de ajos y los trozos de cebolla a una licuadora, para procesarlos con el vinagre, un toquecito de sal, media cucharada de comino en polvo y media de pimienta en polvo. Licuaremos todo hasta obtener una pasta.
Lo ideal es que la carne para preparar la birria tenga todavía algo de hueso y de grasa, y que esté cortada en trozos medianos. Si aún no está cortada, este es el buen momento para hacerlo. Luego, pondremos los trozos en una olla, bien mezclados con la pasta o marinada que acabamos de licuar.
Dejaremos que la carne repose con la pasta durante media hora. Mientras tanto, podemos aprovechar para hervir un poco de agua. Simultáneamente limpiaremos y desvenaremos los chiles. Luego, sacaremos el agua del fuego y sumergiremos los chiles durante algunos minutos.
Posteriormente, pasaremos los chiles a la licuadora para procesarlos con el caldillo, un par de cucharaditas de orégano, un toque de sal y otro de pimienta.
Agregaremos esta preparación a la cacerola con la carne y la calentaremos para dejarla cocinándose durante 4 horas, a fuego bajo. El objetivo es que la carne se ablande hasta casi deshacerse. De una vez, aprovecharemos para picar la otra mitad de la cebolla muy finamente, en cubitos pequeños.
En el caso del cilantro, lo lavaremos bien. Para desinfectarlo, yo lo remojo también en agua con un chorro de vinagre. Luego de escurrirlo, picaremos finalmente las hojas. Reservaremos tanto el cilantro como la cebolla en el refrigerador, para utilizarlos al momento de servir la birria.
Pasado el tiempo de cocción, podemos servir la birria de res con su caldo, caliente, o escurrir la carne y hacer unos taquitos con unas tortillas de maíz. En cualquiera de los dos casos, espolvoreamos con el cilantro y la cebolla picados.