De pequeña pensaba que los atoles tenían una especie de magia que hacía que te reconfortaran el cuerpo, ayudaran a apaciguar el frío y que los días agobiantes pasaran más rápido. Hoy de grande sigo creyendo lo mismo cada que pruebo este atole de glorias: sabe a dulce de leche con nuez.
Este atole sabe a dulce de leche con nuez, y lo mejor de todo es que puedes prepararlo rápidamente y rinde para 8 personas.
¿Por qué se les dice Glorias a estos dulces?
Cuenta la leyenda que la señora Natalia Medina Núñez comenzó a preparar estos dulces de manera casera para comercializar en eventos. El recibimiento fue tan bueno, que la gente comenzó a pedirle "esos dulces que saben a gloria". Tuvieron tal aceptación que comenzaron a pedirlos diciéndole que les hiciera de "esos dulces que saben a gloria", por eso se les quedó ese nombre.
Otra versión, contada de por la misma Natalia relata que “Mis dulces no tenían nombre, y un buen día decidí registrarlos. En el registro me pidieron un nombre y, como no iba preparada, pensé en mi nietecita llamada Gloria, y así los registré”.
Con qué acompañar tu atole de Glorias
Este atole es delicioso y probablemente no necesites añadir más endulzante porque las Glorias hacen todo el trabajo. Es ideal para acompañar con cualquier postre siempre y cuando no sea tan dulce. Aquí te dejamos nuestras mejores ideas.
Chilaquiles: Los chilaquiles, un platillo tradicional mexicano a base de tortillas fritas bañadas en salsa, son una opción deliciosa y sustanciosa para acompañar el atole de Glorias en un desayuno tranquilo.
Los tamales verdes que piquen tantito son perfectos para equilibrar cualquier nivel de dulzor. Aparte, ¿a quién no le gusta un tamal verde con pollo?
Si preparas un pan de guayaba con pulpa amarilla, puede quedar ligeramente acidito; será perfecto para tu atole de Glorias.
Definitivamente el pan de muerto es un acompañamiento de temporada que no puedes dejar de disfrutar con un atole reconfortante.
Disuelve la fécula de maíz en ½ taza de agua fría hasta que no tenga grumos y reserva.
Vierte 1 taza de leche y caliéntala a fuego medio. Añade 9 Glorias revuelve constantemente hasta que se derritan y se incorporen con la leche.
Una vez que se hayan disuelto, agrega la leche evaporada y 1 taza de agua. Mezcla bien para que los ingredientes se integren.
Vierte la fécula de maíz en la olla y sigue revolviendo para evitar que se formen grumos. Continúa moviendo a fuego medio bajo hasta que espese, aproximadamente 10 a 15 minutos.
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