Estamos ya con todo dentro de otoño, una de las temporadas más bonitas del año, en las que tenemos fiestas y celebraciones en cada dos por tres. Y es que en estos días con noches frías y mañanas aun más heladas, no hay nada como reconfortar tu pecho y pancita con una bebida caliente, como un atole de nuez tal y como lo haría tu abuelita, con un poco de canela y mucho amor.
El atole es una bebida tradicional mexicana que se consume especialmente durante la época de frío, esta bebida ha estado presente en las mesas mexicanas desde tiempos precolombinos, es una manera fácil y muy efectiva de aportar calor al cuerpo, además de nutrientes y calorías esenciales para mantener una buena temperatura corporal.
No hay nada mejor que tomarse un atole calentito y reconfortante, ya que es una de las bebidas más representativas de México que se distingue por su sabor y textura únicos. Aunque existen muchos sabores y posibilidades para preparar atole, desde el básico de maizena, el famoso atole de arroz con leche o este cremoso atole de nuez que es infalible, a todo el mundo le encanta. Te contamos cómo prepararlo.
El primer paso para preparar Atole de nuez es moler las nueces en la licuadora o un procesador de alimentos. Una vez que estén listos, vertimos la leche y la nuez molida y lo calentamos hasta que suelte el hervor.
Ahora, por otro lado, disolvemos la fécula de maíz (maizena) en el agua. Bajamos un poco la lumbre de la leche y vertimos la mezcla de maizena, junto con el azúcar y la canela. Revolvemos bien y dejamos hervir.
Dejamos hervir 10 minutos hasta que espese, manteniéndolo a fuego lento y sin dejar de revolver.
Sirve mientras siga caliente y ¡disfruta!
