El agua de horchata es una de las aguas frescas favoritas de todo el mundo: se trata de una receta clásica y sencilla, pero más frescas, deliciosas y cremosas que podemos preparar, porque además de acompañar nuestra comida, es como si tomáramos una especie de postre dulce y bebible. Se trata de una de las bebidas más populares en México y la podemos encontrar en casi cualquier restaurante, taquería o heladería.
Un poco de historia
Aunque esta bebida es muy popular y conocida en México, la realidad es que esta receta es originaria del Mediterráneo (o al menos, la técnica de preparación) Su origen se remonta a las calles de Valencia, en las que se prepara utilizando una especie de tubérculos árabes conocidos como chufas que tienen forma de avellana o nudos. Se trata de una especie de leche vegetal que se prepara a partir de moler las chufas, a las que se les agrega agua, leche, azúcar y canela.
Los españoles trajeron esta receta a México tras la Conquista, y aunque los ingredientes para su preparación son muy similares, se emplean granos de arroz remojados y vainilla para aromatizar la vainilla. Con el tiempo, esta receta viajó a otros rincones del mundo, dónde ha evolucionado y se le ha modificado la preparación: algunas personas preparan horchata con semillas de melón, con harina de avena, con coco o le agregan frutas, como en esta receta de horchata con fresa.
El gusto de la horchata es bastante dulce, ligero y lechoso; por lo que nunca cae mal tener una jarra enorme de agua de horchata en el refrigerador, para acompañar una comida especial o simplemente porque se te antojó. Lo mejor de todo es que es muy fácil de preparar.¡Manos a la obra!
Comenzamos a preparar nuestra agua de horchata, enjuagando el arroz hasta que deje de soltar el almidón y el agua quede clara.
Ahora vamos a agregar todos nuestros ingredientes en un vaso de licuadora: la nuez, el azúcar, el arroz, el extracto de vainilla y medio litro de agua. Dejamos que se licue por un par de minutos hasta que obtengamos una consistencia completamente líquida y homogénea.
Algunas personas agregan también leche o leche condensada a su agua de horchata para que quede más cremosa. Si buscas un sabor más lechoso, sin duda puedes agregarle media lata. Si prefieres que tu receta quede más ligera y fresca, puedes prepararla únicamente con agua.
Servimos en una jarra grande y agregamos el agua restante. Puedes acompañar con hielos al gusto. Espolvorea con un poco más de canela en la superficie y ¡a disfrutar!
