Nadie te va a negar que es sumamente necesario y saludable incorporar verduras en nuestra dieta. Y es que las verduras mixtas servidas como guarnición son una verdadera joya que queda a la perfección con lo que sea que quieras acompañar, aunque ya es un platillo bastante completo por sí mismo.
Puede funcionar como acompañamiento para otros platillos, proteínas y más. Es un platillo que sencillamente puede sacarnos de apuros, porque su preparación es muy rápida. Fácilmente podemos rebanar unas buenas porciones de verdura, aliñar con un hilito de aceite de oliva y lo llevamos al horno. No necesitamos más para preparar una guarnición perfecta para acompañar algún filete o alguna pasta.
Es un platillo que nos permite modificar la receta y agregar ingredientes a nuestro gusto. Podemos incluir una multitud de verduras, acompañarlo con arroz, con alguna salsa -como ponzu-, como topping de algunas tostadas o montaditos o con carne de res, de cerdo o pollo.
El secreto para alcanzar el punto ideal de cocción en todas las verduras es reconocer la constitución de cada una, puesto que no es lo mismo cocinar una calabacita que un pimiento. Por esta razón, debemos de saltear primero las verduras que tengan una constitución más rígida y con menos agua, y al final las más tiernas.
Puedes hacer casi cualquier verdura al horno, solo basta que las rocíes con un poco de aceite y sazones con sal y unas cuantas especias.
Precalentamos el horno a 200°C.
En una charola, vamos a engrasarla o la cubrimos con spray. Por encima colocamos las verduras. Primero las más duras, como la papa o zanahoria, cortada en cubos. Les vertimos aceite de oliva por encima y las cubrimos bien. Sazonamos con tus especias favoritas, un poco de sal y pimienta y horneamos por 10 minutos.
Después retiramos y agregamos las verduras más suaves, como las calabacitas o champiñones. Repetimos el proceso y revolvemos con las verduras que ya tenemos. Horneamos por 30 0 35 minutos más o hasta que todas queden blandas. Revuelve una vez a mitad del tiempo de horneado.